Parece que Kyuss están a la vuelta de la esquina, pero son ya 26 años y ocho álbumes en estudio los que lleva Josh Homme con este invento de las Reinas de la Edad de Piedra con el que continuó torturando su guitarra tras dejar los huesos de los padres del stoner rock blanqueándose en el desierto. Lejanos quedan también los días en los que Nick Oliveri acompañaba a QOTSA en estudio y sobre el escenario armado con su bajo, rabo al viento, así como las fúnebres líneas de voz que prestó Mark Lanegan a “Hangin Tree” o la batería del omnipresente Dave Grohl que ayudó a dar formar al que para muchos es el mejor disco de la banda, “Songs For The Deaf”, allá por 2002. Más de 20 años en los que el gigante de Palm Springs ha seguido creando prehistóricos y prehistéricos riffs.
Tras seis años de parón en estudio por temas personales y de salud (un cáncer y un crudo divorcio de la destiladora Brody Dalle, con acusaciones de malos tratos por ambas partes y amarga pelea por la custodia de la prole de por medio) Josh Homme vuelve con el que puede ser su disco más rockero y contundente desde el ya mencionado Songs For The Deaf.
Un disco envolvente y duro, repleto de títulos con oscuros y en ocasiones macabros juegos de palabras, “In Times New Roman…” tiene todas las señas distintivas de la música de Queens Of The Stone Age: la inconfundible voz de Josh Homme que suena en algún lugar a medio camino entre el sufrimiento y la indolencia, los acordes retorcidos de su guitarra, los coros extraños y espeluznantes, todos ellos elementos reconocibles marca de la casa pero que suenan en 2023 directos y oscuros que sus dos álbumes inmediatamente anteriores “…Like Clockwork” (2013) y “Villains” (2017) (ambos también en Matador), sin perder la experimentación (en ocasiones cargante) que tenían estos dos discos. Muestra de ellos son los sincopados ritmos de “Obscenery”, con la que se abre el disco, la marciana (por extraplanetaria) atmósfera de “Time & Place” o esa “What The Peephole Say” que podría ser la hija descarriada de “Go With The Flow”.
“In Times New Roman…” no sólo es el disco más sólido de QOTSA de los últimos lustros sino que parece haberles sentado muy bien a Josh Homme y a sus monarcas de compañía dado lo bien que se habla (no he podido verificarlo in situ) de la forma de la banda en la presentación de este álbum en directo en recientes festivales. Con estos mimbres, genera una (posiblemente malsana) curiosidad ver qué nos deparará la siguiente aventura sónica del californiano.