Marah – Madrid (Copernico 26-4-23)

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La añorada banda de Filadelfia, se ha vuelto a reunir gracias al empeño de Heart of
Gold, su promotora española, con los que giraron en el momento de máximo esplendor
de la banda entre en la primera década del milenio. Directos incendiarios y unanimidad
de crítica (sobre todo internacional) y público les hicieron tocar el cielo hasta… caer en
el infierno por desavenencias internas principalmente.

Regresan “de momento” con la única intención revivir viejos momentos entre amigos y
para ellos Dave Bielanko ha recuperado a buena parte de los músicos originales de la
época dorada del grupo, aunque sin su hermano Serge, que ha decidido dedicarse a la
escritura y abandonar las giras y la música… pero con Dave Petersen en la batería y
Adam Garbinski al bajo junto a Slo-Mo Brenner al slide con la incorporación de Gus
Tritsch al violín y guitarra que a sus poco más de veinte años aportó frescura y juventud
renovada a la banda.

En su cita madrileña, cabía esperar lleno antológico, pero la sala minutos antes del
inicio sorprendentemente mostraba un aspecto bastante desangelado… comenzó el
concierto y la sala se fue llenando, pero nada similar a las míticas noches de gloria y
descontrol recordadas por los que allí andaban.

Comenzaron con un buen arsenal de canciones emblemáticas, las que aparecían en el
aclamado “Kids in Philly”, el disco que les puso en órbita en el 2000. Guitarras enérgicos
y sincopados muy bien armados desde la base rítmica. Garbinsky habitual de la guitarra
agarró esta noche el bajo. Un acierto pues junto a Petersen en la batería sostuvo con
sobriedad y nervio la actuación. Fue fundamental la labor de ambos como veteranos,
pues estas reuniones sorpresivas son un arma de doble filo como no funcionen desde la
base. No fue el caso de esta noche en la que “Christmas St”, “Barstool Blues” (curiosa
pero no mejor con las cuerdas del violín en lugar de las de la guitarra), “It’s Only
Money, Tyrone”, “My Heart is The Bum on The Street” y “The Catfisherman” todas de
dicho disco sonaran engrasadas y pusieron al público a bailar.

A partir de ahí fueron menos condescendientes con el repertorio, lo que revalorizó una
actuación que no cayó al no caer en la lista de innumerables ‘éxitos’, muchas de las
esperadas no sonaron, además adoptaron tempos más pausados: medios tiempos y
baladas con el virtuoso Gus ejerciendo de violinista. Así fueron apareciendo entre otras
“Sure Things” (del recién reeditado en vinilo “20,000 Streets Under The Sky”) y las
emocionantes “So What If We’re Outta Tune (with the Rest of the World)” o “City of
Dreams” con Dave sólo en el escenario con la acústica, al que se fueron añadiendo la
slide y percusiones.

Se lanzaron de nuevo por todo lo alto y nunca mejor dicho, con Dave subido a los
monitores en “Limb” que sonó a jolgorio tabernario irlandés para rematar con “Faraway
you”, “Point Breeze” y “Santos de Madera” y acabar en breve bis con “This Time”, o
“Fever”. Nostalgias al margen, y lejos de los desmadres de sus pasadas visitas,
ofrecieron una muy buena actuación, defendiendo más que dignamente lo que fueron, y
lo que quieran ser… que a Dave se le ve con gana. ¡Veremos a ver!

Fotos: Joe Herrero

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