Shame – Madrid (Sala Nazca 19-3-2023)

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Los del sur de Londres, en plena progresión con su reciente tercer disco “Food for Worms”, exprimieron al máximo su enérgica juventud en un concierto de los oír, ver, estar… y sudar. Con el carismático Charlie Steen en el papel de desprejuiciado frontman y aprovechando las virtudes de su edad, no ahorraron un gramo de vitalidad para arrollar en cronometradas hora y veinte minutos de huracanada e intensa actuación… sin bises, ni falta que hizo. Nadie lo pidió, el plato principal fue lo suficientemente satisfactorio como para pedir postre.

Con la pólvora estallando desde los primeros riffs cortantes de “Alibis” y “Alphabet” apenas pisaron el freno en toda la actuación, incluso fueron acelerando según su cantante se desabrochaba la camisa… para enseguida prescindir de ella mientras sonaba “Concret” en el primer delirio colectivo… de un público tan heterogéneo como las camisetas que portaban; de Clutch a Los Punsetes, las edades comprendidas; desde los recién votantes hasta los que ya no lo hacen… y la forma de expresar su entusiasmo; despegando el cuerpo del suelo o fijo en el afirmando con ligeros cabeceos al frente.

Hubo momentos de riesgo con Sean reptando ágil por el andamiaje de barras de luces y colgándose, literalmente cabeza abajo, o caminando sobre el público, apoyando sus pies en las manos del mismo. También su bajista, que no paró de corretear cual empastillado en frenopático acabó por los suelos con una herida en el labio ¡que igual al finalizar necesitó sutura!

Aunque Sean abusara de los “mothefuckers”  entre canción y canción, poco mas que decir de su actitud, salvo que además de lo comentado, resultó sobre todo creíble… y acorde con lo estrictamente musical, una buena dosis de after-punk en su versión guitarrera más ruidista y sincopada con Public Image Ltd y Wire como referentes en “Water in the well”, “One Rizla”… en un repertorio frenético y equilibrado (entre sus tres referencias de estudio) con algún inspirados momento para respirar  “Orchid” o “Adderall”. Que les dure la mecha al menos hasta la próxima visita.

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