Aparte de su ya habitual desprecio por todo tipo de estilos que no sean los que la industria marca que tenemos que escuchar, los Grammy han vuelto a demostrar su inmovilismo una edición más en la ceremonia de premios que ha tenido lugar esta pasada noche. En cualquier caso destacaremos que la joven promesa Ozzy Osbourne ha conseguido llevarse a su casa dos premios, el de Mejor Interpretación de Metal junto a su viejo compinche, otro chaval de Birmingham llamado Tony Iommi, por “Degradation Rules”, y el de Mejor Álbum de Rock por “Patient Number 9”. Y no es que nos moleste que el bueno de Ozzy se lleve dos premios, pero un poquito de renovación no vendría mal, aunque sea en una cosa tan poco estimulante y tan enfocada a la industria como son estos premios.
Mencionar también, ya que no lo leeréis en ningún medio generalista ni en el vídeo de un minuto de los noticiarios de hoy, que Brandi Carlile se ha llevado el gato al agua en las categorías de Mejor Canción de Rock y Mejor Interpretación de Rock por “Broken Horses” además de Mejor Álbum de Americana por “In These Silent Days”; que la también veterana Bonnie Raitt se ha alzado con el galardón de Canción del Año y Mejor Canción de Raíces Americanas por “Just Like That” y Mejor Interpretación de Americana por “Made Up Mind”; o que Willie Nelson ha conseguido el premio a la Mejor Interpretación Country en Solitario por “Live Forever” y Mejor Álbum de Country por “A Beautiful Time”. Todo nombres novedosos, como podéis ver.
El resto de categorías la verdad es que nos importan una mierda. Y aunque esto parezca una pataleta no es tal; simplemente pensamos que para las visitas que nos va a dar reproducir la lista entera de premiados, el trabajazo que nos cuesta hacerlo y que además ni nos va ni nos viene, pues este año nos ahorramos esa molestia porque total nadie nos lo iba a agradecer.