Lamb Of God, caminante no hay camino.
Parece ser que el cambio estacional del otoño viene cargado de novedades dentro del mercado discográfico, y el mundo del metal no va a ser menos.
Una de las bandas punteras y mejor asentadas del género, Lamb Of God, han decidido no dejar pasar el tiempo, y a través del sello Nuclear Blast nos muestran en qué han estado trabajando desde su ya lejano álbum homónimo del dos mil veinte.
Lamb Of God nos presentan su más reciente publicación discográfica, “Omens“, novena entrega de la banda, que ha sido lanzado el mercado el siete de octubre de dos mil veintidos, con una colección de diez canciones directas y concisas.
Tanto es así que la duración total del álbum es de cuarenta minutos, en los que concentran todos los elementos que con su peculiar mezcla de groove metal y death melódico, mezclado con aldabonazos rítmicos y bastante agresividad, dentro de ese nuevo movimiento que algunos han denominado como NWOAHM, les han colocado dentro del olimpo del metal.
Nuestros lectores ya han tenido noticias de los dos singles de adelanto de “Omens“, con “Nevermore” (ver aquí), y el homónimo “Omens” (ver aquí), que vieron la luz a lo largo del recién terminado verano.
“Omens” es un nuevo plástico (si, en Rock And Roll Army somos unos nostálgicos del vinilo) de los de los estados juntos de América, que tiene un carácter marcadamente continuista, no siendo esto extraño, ya que es de sobra conocido el carácter hierático en cuanto al estilo de la banda, muy poco dada a variar sus composiciones, y que les ha llevado, probablemente por decisión propia, a moverse entre los que los adoran, y los que confiesan que les aburren infinitamente.
Esta persistencia no debe entenderse como algo negativo en su totalidad. Es posible que sea totalmente buscado, ya que después de nueve entregas, siguen fieles a su sonido, sin atisbo ninguno de movimiento, ni por un solo milímetro.
Tampoco hay en este álbum ningún tema que sobresalga por encima de la media, como sí ocurría en su anterior trabajo, sin que esto pueda ir en detrimento del resultado general, pero no conseguimos encontrar algún tema que enganche en mayor medida del resto en las primeras escuchas. Quienes busquen potenciales himnos no los encontrarán en “Omens“, pero si una buena dosis de sus temas clásicos con toda la rabia y contundencia que Lamb Of God despliegan en sus composiciones.
En cuanto a la parte técnica, “Omens” ha sido grabado con la banda tocando conjuntamente en el estudio, según ellos para darle mayor empuje y cohesión, a la par que agresividad, y a tenor del resultado, parece que lo han conseguido.
En definitiva, “Omens” es un trabajo eminentemente continuista, en el que los seguidores de la banda encontrarán todo aquello que buscan en Lamb Of God, y que ellos entregan con consistencia, del que disfrutarán sin duda hasta que los de Richmond nos ofrezcan otra vuelta de tuerca en su ciclo compositivo.
