Desde el Norte de Italia, cinco individuos a los que no les confiarías las llaves de tu coche (porque probablemente lo estamparían contra un muro con ellos dentro), presentan su quinto álbum “Snakecharmer”. Pero estos tíos no encantan a las serpientes. Les aplastan la cabeza a guitarrazos. Las Muñecas Rotas descargan punk rock abrasivo de guitarras achicharrantes y base rítmica a toda pastilla.
¿Chute de rock escandinavo? Hecho. ¿Riffs heavy metal? Presentes. ¿Voz sucia y ladradora? Lista. ¿Coros sleazy? A sus órdenes. ¿Actitud? De sobra.
Escuchas la (breve) intro instrumental y te confías pensando que vas a escuchar un disco de heavy rock clásico. Pues no. Tras un minuto y once segundos The Brokendolls te agarran del cuello y te llevan en un viaje a toda hostia gruñendo canciones sobre abrasarse el cerebro para sobrevivir a la puta miseria (“The Only”), la jodida adolescencia (“Weer All Crazy Now”), ser el puto mejor (“You Will Always Walk Alone”), que te dejen tirado (“I Love Myself For Hating You”), ser lo puto peor (“I Am Right”) y morir destrozado sobre el asfalto (“Death On The Road”).
Rápido, duro, sucio y sin piedad. 26 minutos. 8 patadas en la boca (no cuento la intro). Saluda a tus vecinos a medianoche con “Snakecharmer” a volumen 11.
