Neal Adams (1941-2022)

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El 28 de abril y con 80 años se nos ha ido Neal Adams, uno de los grandes innovadores del mundo del cómic. Él y Denny O’Neill a los dibujos y a los guiones respectivamente revitalizaron en los años 70 nada menos que a Batman, que venía arrastrando desde los años sesenta la estética camp de la serie de televisión. Adams y O’Neill le dieron la vuelta al hombre murciélago, transformándolo en un personaje realista al que daban réplica villanos y otros personajes creíbles, con sus dramas y problemas cotidianos y, sobre todo, humanos. Igualmente la revisión de Green Arrow y Green Lantern que ambos autores realizaron en esta década llevó a estos personajes a descender a la realidad social del momento y enfrentarse cara a cara con el racismo o la drogadicción. Con Adams y O’Neill los superhérores dejaron de ser personajes coloridos de dos dimensiones y empezaron a tocar la realidad de la sociedad en la que vivían. Los comics dejaron de ser un mero entretenimiento juvenil para ser algo más adulto.

La plasticidad del dibujo de Adams y su absoluto dominio de la anatomía humana y su innovación en la narrativa de la página, revolucionaron la estética del cómic de superhéroes en la década de los 70. Son innumerables los artistas que tuvieron como referencia a Neal Adams. George Perez, Frank Miller o Bill Siekiewicz por nombrar uno cuantos grandes, todos tomaron de Neal Adamas para luego desarrollar sus propios estilos.

Neoyorkino de pura cepa, su huella en el mundo del cómic no se limita a su aportación artística. Impulsó la formación de un sindicato de artistas de comics en una época en la que dibujantes y guionistas tenían pocos o ningún derecho sobre su obra. Aunque no tuvo éxito en formar este sindicato, si consiguió que los monstruos DC y Marvel devolviesen las páginas originales a sus artistas para que éstos pudiesen disponer de ellas, y a él también es atribuible el que DC Comics reconociese la autoría de los olvidados Jerry Siegel y Joe Shuster como creadores de Superman y las abonase una pensión vitalicia.

Deja esposa, cinco hijos, y una legión de fans y artistas que nunca le podremos agradecer lo suficiente todo lo que aportó al mundo del cómic.

Descanse en paz.

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