El pasado mes de febrero los estadounidenses Once Human lanzaban su tercer álbum de estudio, “Scar Weaver”, alrededor de cinco años después de la edición del anterior “Evolution” (y casi cuatro desde el directo “Stage of Evolution”). Un período sin duda largo, pero creo que a nadie le sorprenderá dado el estado del mundo este último par de años.
A pesar del tiempo transcurrido, los de Logan Mader han retomado su música en el mismo punto en el que la dejaron un lustro atrás, con esa mezcla de groove metal de barniz totalmente contemporáneo pero en el que se pueden detectar sin problemas unas raíces que parten de los sonidos más contundentes que nacieron en la década de los 90, añadiendo tal vez unos toques progresivos que se dejan notar más que en anteriores entregas.
Compuesto por una decena de temas de una contundencia y brutalidad fuera de toda duda, el quinteto de Los Angeles que encabeza la vocalista Lauren Hart ha entregado un álbum que no baja el pistón en los poco más de 41 minutos de duración. La mencionada Hart apenas abandona el registro gutural en un álbum repleto de riffs cortantes que apuntala una sección rítmica en la que la batería sobresale por su contundente precisión. Un bonito detalle, por cierto, que Logan Mader haya invitado a su ex compañero en Machine Head, Robb Flynn, para el segundo corte del álbum, “Deadlock”.
Hablar de “Scar Weaver” por lo tanto es hacerlo de la consolidación de Once Human y de su sonido, sonando ya como una banda sólidamente establecida, pero todavía fresca. Tal vez sea su mejor trabajo hasta la fecha.