Está claro que todas las bandas, incluso las más grandes, en algún momento miraron a otros artistas en busca de referentes e inspiración. Y el lanzamiento de un disco de versiones normalmente suele ser una expresión sincera de agradecimiento y admiración hacia aquellos que tuvieron importancia en la adopción o desarrollo de un estilo propio por parte de los grupos que los perpetran.
Desde ese punto de vista, que Deep Purple hayan lanzado “Turning to Crime” debería ser visto como un homenaje de Gillan, Pace, Glover, Morse y Airey a una serie de canciones y nombres propios que se ganaron por derecho propio un sitio en la historia del rock. La realidad sin embargo es mucho más peregrina, ya que, aunque el componente de homenaje claramente está ahí, este álbum de covers se gestó, como tantos otros durante el último año y pico, mientras los miembros de la banda se encontraban encerrados en sus respectivas casas por culpa de lo que todos sabemos.
“Turning to Crime” es por lo tanto una buena muestra de lo que la tecnología permite hacer hoy en día, porque el disco cuenta con un sonido fabuloso (y en esto no sé si la labor de producción a cargo del mítico Bob Ezrin tiene mucho que decir, la verdad).
Lo que personalmente ya no me convence tanto son los resultados, que para mí se quedan en irregulares: me gusta lo que el grupo ha hecho en algunas de las canciones, pero no así tanto cómo han resuelto otras. Aunque, eso sí, la lista de homenajeados tira de espaldas: Cream, Love, Fleetwood Mac, Mitch Ryder, Bob Seger, Bob Dylan, The Yardbirds o Ray Charles entre otros. Mención aparte merece el medley final que une a Freddie King, Booker T and the M.G.’s, Allman Bros, sus “rivales” Led Zeppelin o Spencer Davis Group y que, solo por la ocurrencia, ya merece que recomendemos al menos la escucha.
