La historia de “One On One”, el recientemente lanzado nuevo álbum de Paul Carrack, es similar a la de muchos otros discos que estamos escuchando en los últimos tiempos: la pandemia dejó al músico británico, como a gran parte del planeta, encerrado en su casa, por lo que se volcó en la creación de esta obra. Un disco que cuenta con una decena de pistas y que engendró prácticamente solo en su estudio casero (cuenta con pequeñas colaboraciones de Robbie McIntosh, Alfred ‘Pee Wee’ Ellis y su hijo Jack Carrack). El título lo dice todo.
El aislamiento y la pandemia tienen mucho que ver con otros aspectos del décimo noveno álbum de Carrack: además de tener que interpretar, grabar y mezclar los temas, el disco cuenta con un tono positivo y una luminosidad que seguramente le sirvieron para mantener la moral alta durante los momentos más difíciles del encierro. De ahí títulos como “Good and Ready”, “You’re Not Alone” o “Lighten Up Your Mood”, aunque también encontramos referencias poco disimuladas a la situación (“I Miss You So”, “Set Me Free” o la versión de Charlie Rich “Behind Closed Doors”).
El protagonista además confiesa que “las canciones son bastante convencionales, pero la forma de tocar es poco convencional”, probablemente por aquello que decíamos de haberse encargado él solito de todos los aspectos de la grabación.
Y ciertamente “One On One” es un disco en el que las canciones no nos van a sorprender por su atrevimiento o experimentación, pero eso no quiere decir que Carrack no tenga nada interesante que ofrecer. Y es que el autor ha mezclado con gusto muchos de los estilos que más nos gustan, como el blues, el funk, el soul o el R&B.
Estamos por lo tanto ante un disco que se digiera con facilidad, algo que además de a la accesibilidad de los temas se puede achacar a su relativamente breve duración (por debajo de los cuarenta minutos). Las mencionadas “Good and Ready” que abre por todo lo alto el álbum o “Lighten Up Your Mood”, “A Long Way to Go” (que por alguna razón me recuerda a Traffic), “When Love Is Blind” o esa especie de gospel que significa “Set Me Free” están entre lo más destacado de un álbum que mantiene un nivel muy alto y que me imagino escuchando tranquilamente a la luz de una chimenea las próximas navidades.