La segunda película dirigida por el ínclito Glenn Danzig (Misfits, Samhain, Danzig), que responde al sugerente título de “Death Rider In The House Of Vampires”, acaba de ser estrenada en más de doscientas salas de cine de los Estados Unidos. Este lanzamiento sucede a los dos preestrenos que este spaghetti western vampírico protagonizó unos días antes en las ciudades de Los Angeles y Las Vegas.
Cualquiera diría que tras las no muy favorables críticas de su primer filme, “Verotika”, el bueno del “tito” Glenn se habría replanteado su carrera en el celuloide. Sin embargo, de alguna manera Danzig ha logrado embarcar en esta historia a actores como Danny Trejo, Julian Sands, Devon Sawa, Kim Director y Eli Roth; el mismo Danzig se ha reservado también el papel de Bad Bathory, un vampiro pistolero.
La sinópsis de “Death Rider in the House of Vampires” nos cuenta que “el misterioso ‘Death Rider’ -todo vestido de negro- recorre el desierto a caballo. Su destino… el Santuario de los Vampiros. El precio de la entrada… una Virgen Femenina. Una vez dentro se encuentra con el Conde Holliday, el Señor Vampiro del Santuario que le advierte de cualquier transgresión. La acción de sangre y pistolas sigue mientras Death Rider se enreda con algunos de los Vampiros del Santuario como la humeante Carmilla Joe con su compañera Mina Belle y los Pistoleros Vampiros Drac Cassidy, Bad Bathory, Kid Vlad y Duke VonWayne”.
Ahí queda eso.