Después de tantos años -o tal vez precisamente porque en todo este tiempo ya tendrían que habernos calado- nos sigue sorprendiendo que haya quien confíe en nuestro nulo talento para la escritura para enjuiciar la suya. Porque una cosa es criticar obras con un contenido musical, que es lo que venimos haciendo con cierta frecuencia, y otra es meterse en camisas de once varas con la literatura, algo que claramente nos viene demasiado grande.
Afortunadamente el autor de “Un mono marino se ha bebido mi Fanta”, Dani Llabrés, ha sabido introducir en su historia infinidad de referencias musicales y de la cultura pop con las que, hasta unos zotes como nosotros, podemos construir algo parecido a un discurso. Visto por ese lado, hasta la inclusión de esta novela en nuestra sobrevalorada web cobra todo el sentido del mundo.
Pero “Un mono marino se ha bebido mi Fanta” no es un relato musical, aunque podamos afirmar que la música sea un elemento más de la trama. Diremos por cierto que todas las referencias culturales que se manejan no son ni mucho menos lugares comunes, algo que si acaso dota a la lectura de un valor extra (al final del libro se incluye un código QR con el que se puede acceder a una playlist con todas las canciones que se mencionan en las ciento cincuenta y pico páginas).
Pero volviendo al tema, debemos dejar claro que esta novela de fácil y entretenida lectura narra varias historias paralelas que convergen en una salvaje despedida de soltero y sus politoxicómanos protagonistas. Un relato en el que violencia, sexo y drogas se entremezclan en una narración que fluye de forma natural y donde nada suena forzado. Incluye un guiño incluso a Quentin Tarantino y “Pulp Fiction” que no os vamos a desvelar porque eso sería de malnacidos.
Concluiremos con una frase acorde a nuestro nivel: nos ha gustado mucho.
“Un mono marino se ha bebido mi Fanta” de Dani Llabrés está publicado por Colectivo bruxista.