Con tan solo dos álbumes en el mercado -“Inmazes” (2016) y “Applause Of A Distant Crowd” (2018)-, los daneses Vola se han convertido en una de las bandas más observadas de la escena del prog rock. Ese par de discos han llamado la atención tanto de fans como de prensa especializada, que esperaban con cierta impaciencia su próxima obra.
No es extraño entonces que su recién editado “Witness” (salió a la venta este pasado viernes 21 de mayo de 2021), sea uno de los álbumes que más expectativas ha creado en el universo progresivo en lo que llevamos de año y que en buena medida podía resultar su consagración definitiva o haber truncado un poco su trayectoria ascendente.
Y tras escuchar estos tres cuartos de hora de música, nuestra humilde opinión es que consiguen mantenerse en la brecha con un álbum que puede que nos muestre a los mejores Vola en estudio hasta el momento (para afirmar definitivamente que esto es realmente así tendremos que esperar a dentro de unos meses, cuando estas canciones hayan reposado debidamente).
Pero en el presente podemos hablar de lo que representa este “Witness” en este momento, cuando todavía está fresco. Temáticamente nos encontramos ante una especie de disco conceptual en el que el grupo se muestra como un testigo (de ahí su título) de diferentes experiencias trágicas.
Musicalmente Vola siguen ahondando en ese prog tan personal que no se limita a replicar los elementos del manual del estilo, sino que incorpora otras sonoridades más comunes en otros géneros. A este respecto, hablar de prog rock probablemente sea simplificar demasiado el asunto, aunque el término nos puede servir para orientar a los que desconozcan todavía a la banda.
“Witness” además nos sigue mostrando a un grupo capaz de crear melodías melancólicas, pasajes cercanos al término cinemático o momentos más duros que podemos denominar metal. Todo ello a cargo de unos músicos con un perfecto manejo de su instrumento y que conocen las claves para alcanzar al oyente a través de los sentimientos que evocan sus composiciones. Si no es su mejor disco hasta el momento -que yo me inclino a pensar que sí-, sí que al menos está a la altura de esas expectativas que comentábamos antes.