A mediados de este recién finalizado mes de marzo, Blackmore’s Night, el proyecto que reúne al feliz matrimonio entre Candice Night y Ritchie Blackmore, ha regresado a la actualidad discográfica con “Nature’s Light”, su primer álbum en más de un lustro. Un trabajo inspirado en palabras de la pareja en lo que llamaríamos el milagro de la naturaleza: “es el relato de la naturaleza como la verdadera reina y la simplicidad y la magia de los milagros cotidianos que ocurren antes nuestros ojos si te molestas en mirar”.
Os voy a ahorrar el resto del texto introductorio que ha colado el dúo en el libreto de este CD, de un azucarado que casi dan arcadas (“La magia del cambio de las hojas o la nueva vida en la primavera. La nieve cristalina que cae en invierno desde el cielo. Las historias de los árboles antiguos susurrando al viento”…).
Cuando a finales del pasado siglo Blackmore lanzó este proyecto, la mayor parte de sus fans pensó que este hombre no estaba en sus cabales (o simplemente aplicaron refranes como aquel que comienza con las palabras “tiran más dos…”). Pues bien, un cuarto de siglo después, el bueno de Ritchie sigue casi apartado del rock (la aventura con Rainbow de hace un par de años parece haber sido únicamente un paréntesis para hacer caja y poder así continuar dándole a la mandolina), y parece que su cuento de hadas con Candice acabará con un buen guisado de perdices.
Por lo que a mí respecta, y dejando claro que me parece que Blackmore es libre de hacer lo que le salga de los mismos si es feliz así, este proyecto no es más que un divertimento que podría sonar en esas ferias medievales que tan de moda estuvieron hace unos años. Y sin dudar tampoco de la calidad musical de este artefacto, debo añadir que la próxima vez que que lance unas monedas al pozo de los deseos, pediré que Ritchie vuelva al rock.