En estos tiempos de incertidumbre, quizás la única vía de escape para los melómanos empedernidos, de esos que navegan por las páginas de Rock And Roll Army, es seguir escuchando la música que nos ofrecen los artistas de manera enlatada, ya que parece lejana la fecha en la que podamos reunirnos de nuevo en torno a un escenario.
No pocos músicos y bandas tenían programado el lanzamiento de material nuevo, y muchos otros están a provechando la ocasión para ponerse a ello, aprovechando que prácticamente es la única vía libre que les queda en estos extraños momentos que nos ha tocado vivir.
The White Buffalo, el trasunto de Jake Smith, hace lo propio y nos presenta “On The Widow´s Walk“, lo que es desde el pasado diecisiete de este mismo mes de abril, su más reciente trabajo discográfico, y que es la séptima entrega de este personal artista, con una extensa carrera a sus espaldas.
Smith, con una tesitura vocal poderosa y personal, a caballo entre los gorgoritos de Eddie Vedder y la contundencia de Johnny Cash, con Tom Waits siempre en la sombra, nos presenta una colección de canciones englobadas en esa amalgama de estilos que conforman la personalidad musical de The White Buffalo, donde tienen cabida de igual manera el country mas clásico en sus diferentes encarnaciones, el rock, el folk americano y la música de raíz.
En una primera escucha se aprecia que Smith ha echado el freno, en cierta manera, sobre su predecesor, “Darkest Darks, Lightest Lights“, y nos muestra una versión más reposada, y por momentos en una dicotomía más festiva y más profunda, en lo que musicalmente concierne eso sí, donde dominan los medios tiempos desacelerados y las baladas y canciones lentas.
No por ello Smith se deja el rock más frenético, aunque siempre moderado en esta ocasión, que en el álbum tiene su espacio con “No History“, “Faster Than Fire” y la oscura y contenida “The Rapture“.
Una producción también más cuidada y preciosista que en su anterior entrega pone en primer plano la voz de Smith, que con ese amplio registro con el que tiene acostumbrados a sus feligreses, es capaz de transmitir perfectamente los sentimientos y estados de ánimo de cada tema.
En el aspecto técnico, la impecable producción ha sido llevada por Shooter Jennings, con una cartera de clientes de lo más variado, incluyendo desde Marilyn Manson hasta Tanya Tucker, por poner dos extremos bastante alejados, que ha aportado, además de su labor como productor, diversos pasajes de piano y teclas al álbum.
El proceso de grabación se ha llevado con los músicos habituales de The White Buffalo, Matt Lynnot a la batería y Christopher Hoffe al bajo, además del propio Smith y el mencionado Jennings, y prácticamente el grueso de los temas se han registrado con los músicos tocando al unísono en una sala del estudio, lo que le confiere ciertamente un aire mas orgánico y visceral que se refleja en la grabación.
Quizás el aspecto menos positivo del álbum sea una cierta uniformidad de los temas, no en cuanto a melodía y ritmo, pero sí en cuanto a que ninguno destaca por encima de los otros demasiado, aunque según parece, y si hacemos caso de lo que el propio Smith nos cuenta, ese era el propósito de “On The Widow’s Walk“, y desde ahí, provocar sentimientos en el oyente desde una inmersión en la que presenta un variado espectro de emociones, de todo calado e intensidad, huyendo de la idea de álbum conceptual, a pesar de que los ríos, el agua, las corrientes y el mar aparezcan en no pocas ocasiones en las letras de los temas del disco.
En definitiva, un disco que por el momento, aún por observar el envejecimiento y poso de los temas, no llega a notable, pero se hace un hueco en tu interior, que tal vez sea un ejercicio de introspección de The White Buffalo hacia las grandes preguntas y miedos del hombre, y que quizás suponga una transición, una travesía en el desierto o atravesar el Rubicón para The White Buffalo.
Pero eso, solamente lo sabremos cuando nos entregue su siguiente trabajo. Por el momento, disfrutaremos de “On The Widow´s Walk“.