Testament + Exodus + Death Angel – Madrid (Palacio Vistalegre 28-2-20)

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Cerrando el mes más corto del año, dentro del ciclo Route Resurrection Fest, tres de las bandas más representativas de los que a mediados de los ochenta cristalizó en la denominada Bay Area como un nuevo género del metal, se reunían para ofrecernos una brutal descarga en el Palacio Vistalegre.

El género es, evidentemente, el Thrash Metal, y las bandas son Death Angel, Exodus y Testament, que con su gira “The Bay Strikes Back”, un título de reminiscencias galácticas, están presentando sus nuevos trabajos, algunos a punto de salir a la luz todavía.

La larga cola que rodeaba parte del Palacio Vistalegre hacía presagiar lo que se confirmaba al llegar al recinto de la Black Box, donde el lleno era notorio, apenas quedando un puñado de entradas para haber colgado el cartel de “localidades agotadas” .

Con estos mimbres, y el ambiente absolutamente caldeado antes incluso de que las bandas saltaran a escena, la noche prometía ser, cuanto menos, memorable.

Death Angel fueron los primeros en saltar a las tablas, dándolo todo desde el primer momento, con riffs y punteos frenéticos, que daban alas a Mark Osegueda, que no paró quieto ni un solo momento durante el concierto, todo ello sin perder un ápice de potencia vocal, que mantuvo durante la velada sin problemas.

Arropados por un buen número de seguidores que incluso desde las primeras filas coreaban sus composiciones, el ambiente subía enteros y comenzaban las evoluciones de los allí reunidos con surfeos por encima de las cabezas y algún que otro circle pit.

Un set list centrado en la etapa más reciente de la banda, aunque con notorias concesiones a algunos de los temas más emblemáticos y clásicos de su discografía, que probablemente hubiera sido más extenso de no contar con el horario más reducido de las tres bandas sobre el escenario esa noche.

Buen sabor de boca y excelente estado de forma de una banda que mantiene el listón muy alto.

Tras ellos, todo un clásico, Exodus, saltaba a escena. La legión de seguidores que arrastraban era notoria, y sus voces se oían al unísono con la de Steve “Zetro” Souza.

A pesar de ello, se veía que la banda no estaba del todo cómoda sobre las tablas, y esos problemas de sonido que se intuían dentro del escenario desembocaron en un parón en el segundo tema, cuando el sonido desapareció completamente.

Tras los momentos de confusión, y después de un tiempo que se antojó eterno tanto para la banda como para el público, las aguas volvieron a su cauce y la cosa siguió como si nada hubiera acontecido, salvo por el tiempo que tardaron en recuperar la temperatura sobre las tablas, que fue realmente poco.

Con el público en el bolsillo, Souza se dedicaba a arengar y organizar el desenfreno en platea, mientras dejaba momentos estelares para que Altus y Holt tomaran el protagonismo.

Consiguieron sacar adelante un concierto que podía haberse ido al traste, y con una excelente nota, con tiempo incluso para versionear un tema de otro de los reyes del Bay Area, “Motorbreath”, con el que la Black Box se puso patas arriba.

A pesar de que el listón había quedado alto, Testament jugaba en casa, y sabían que tenían la ventaja de la escenografía y el tiempo a su entera disposición.

Aún así, la contundencia con la que los de Chuck Billy asaltaron el escenario fue brutal. Ni un solo momento de tregua durante toda su actuación, una cuidada puesta en escena, a pesar del abuso de los verdes, azules y magentas en las luces, y efectos especiales para mostrar un montaje digno de ocupar el espacio principal del Palacio Vistalegre.

La locura se instaló en platea, y los circle pit y los surfeos hacia el escenario se convirtieron en una constante mientras Peterson y Skolnik exprimían sus guitarras hasta hacerlas sangrar figuradamente. Casi como nuestros oídos, ya que el sonido era tan atronador y caótico que en bastantes, por no decir todos los momentos, se enredaba en una maraña sobre la cual era difícil discernir los instrumentos o las voces por separados.

Esa fue quizás la única pega achacable al quinteto, puesto que por lo demás, fueron una apisonadora en Vistalegre.

Repasaron ampliamente todas las épocas de su ya extensa discografía, guardando para la parte final de la velada un buen puñado de sus temas clásicos más representativos, entre los que cabe destacar “Into The Pit” y Disciples Of The Watch”, por citar un par de ellas, cerrando con ésta última una verdadera fiesta del thrash metal en la capital del reino, demostrando a las claras, como dice la conocida paremia, que quien tuvo, retuvo.

Death Angel
Death Angel
Death Angel
Death Angel
Death Angel
Death Angel
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Exodus
Exodus
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Exodus
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Testament
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