Precedidos de una inmersa repercusión mediática, Lucky Chops se acercaban por segunda vez a la capital del reino para mostrarnos cómo es posible triunfar ante el público siendo un combo de metales, o moderna brass band para los políglotas.
En esta ocasión, a diferencia de su bautismo frente al público de la vez anterior, Lucky Chops presentaban lo que hasta el momento es su más reciente y única referencia discográfica, el homónimo “Lucky Chops“, con lo cual hacen hueco a estas composiciones, propias, dejando atrás algunas de las versiones que les hicieron famosos, amalgamadas un buen puñado de ellas en un “medley” con fraseos reconocibles de su anterior etapa en la parte central de la velada.
Eso si, conscientes de lo que les ha aupado al lugar en el que están, no olvidan, y mantienen, sus buques estrella dentro del repertorio.
Un heterogéneo grupo conformaba el público de la noche, formado en gran parte por músicos y estudiantes de la familia de instrumentos que conforman Lucky Chops, y se les vio predispuestos desde el primer momento al disfrute y también a la euforia desatada en no pocos momentos ante los temas y las arengas de la banda, que con un repertorio compensado y dinámico, logro no caer en el tedio, aunque quizás abusó de los tics del género, convirtiendo algún momento en repentino deja vu.
Durante la hora casi y media que Lucky Chops estuvieron sobre las tablas se certificó que estos muchachos, además de ser unos solventes músicos, saben transmitir su euforia al otro lado de las tablas, conectando con el público en todo momento, y dejando inteligentemente para el final de la velada los temas que más atrapan a la audiencia, quizás conscientes de que tienen que mantener la atención y esa euforia del respetable hasta el fin de la fiesta.
Un bis ante la petición expresa de los allí congregados para que la velada no terminase hizo que los de la gran manzana saltaran de nuevo a las tablas para ofrecer un par de temas extras, cerrando el concierto con el que quizás sea su mayor éxito, esa versión del “Funkytown” que, para la ocasión, mezclaron con el “I Feel Good” del padrino del soul, para poner punto final a una noche en la que no paró la fiesta en ningún momento y la energía fluyó a ambos lados del escenario.