The Wild Horses se formaron en Madrid en 2013, mismo año en el que debutaron en formato discográfico con “Americaña” (obsérvese el ingenioso juego de palabras). Dos discos más (“Six Pack… Plus” y “The Wild Horses & Friends”), premios y reconocimientos varios y algunos cambios de formación después, en febrero de este mismo año la banda ponía en circulación su cuarto lanzamiento, “Stampede!”, un disco grabado en directo que recoge una actuación del pasado año.
Con una inclinación por el género del country / americana y un gusto tal vez excesivo por los temas ajenos y los fade outs, “Stampede!” se convierte en un testimonio sin trampa ni cartón de lo que debe de ser un concierto en directo de la numerosa banda. Y eso a veces puede convertirse en un vestigio algo incómodo para los protagonistas, ya que puede destapar tus vergüenzas sin ningún tipo de clemencia.
Por si todavía no ha quedado claro, no me ha gustado nada “Stampede!”. En primer lugar, resulta un tanto molesto escuchar un disco en directo en el que todos los cortes se separan mediante el recurso al fade out; si lo que se quería era intentar captar la energía en vivo del grupo, lo único que así se consigue es precisamente todo lo contrario, rompiendo la continuidad y todo el posible clímax que puediera haberse recogido en la grabación original.
Pero es que además, y a pesar de la que parece ser la opinión general -al menos a tenor de las virtudes que desgrana la hoja de promo y la retahíla de galardones y menciones que en ella se listan-, The Wild Horses son simplemente una banda correctita. Uno de esos grupos que tal vez se disfruten en alcohólica francachela (pero si es que hasta cierran el disco con ese clásico de las verbenas de pueblo titulado “Anselma”, ¡por dios!), pero que realmente no aportan nada.
Como vuelva a escuchar a esta banda, me parece que el que va a salir en estampida voy a ser yo.
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