El Sombrero de Color es un cuarteto procedente de Castellón nacido en 2013 y que forman Juanan Corcuera, Víctor Pajares, Víctor Nebot y Álex Corcuera. Su música es lo que ellos definen como “indiefunk camaleónico” y debutaron en formato largo (ya habían lanzado algunas maquetas) en 2017 con “Todo un año bailando”, suerte de álbum conceptual en el que cada canción hace referencia a uno de los meses del año. En este tiempo El Sombrero de Color también han conseguido alzarse con el primer puesto en algunos certámenes musicales que les han levado por ejemplo a actuar en el Arenal Sound.
“Sonido Camaleónico” es su nueva propuesta discográfica, un álbum lanzado a comienzos del pasado abril y que contiene trece canciones que se desarrollan a lo largo de casi tres cuartos de hora. En ellas la banda nos muestra unas composiciones de un “pop” (a falta de una etiqueta mejor lo dejaremos así) con poco brío, de vocación bailable pero que falla al llevar esa idea a la práctica. Y es que aquí, aparte de ciertos ritmos percusivos, poco más invita a mover las caderas. Comenzando por una voz en pseudo falsete que cansa ya a las primeras de cambio y que apenas cambia el registro durante todo el disco, seguido de una guitarra poco imaginativa y que parece más cerca de la world music que de lo que algunos entendemos por funk, arruinan la experiencia auditiva del sufrido oyente. Y prefiero no entrar en la horrenda presentación, sinceramente.
Probablemente mi casi ofensiva opinión esté cimentada en que, definitivamente, este no es mi negociado, pero sorprende comprobar lo insulsa y sobre todo lo poco exigente que se está volviendo la parroquia de la escena independiente con vocación mainstream (léase ese público que abarrota festivales pero que difícilmente compra un disco). Así nos va a todos.
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