El goteo constante de asistentes hizo que el laberíntico Palacio de Vistalegre se fuera llenando poco a poco mientras esperábamos la hora señalada para que los padres del trip-hop hicieran acto de presencia en la capital del reino.
Como ya saben, los de Bristol celebran el ventiún aniversario de la publicación de su álbum mas “masivo”, en todas las acepciones del término, y a juzgar por la afluencia de público, que estuvo al límite de agotar las entradas, la expectación era máxima.
Cierto es que la media de edad de los asistentes se encontraba anclada mas allá de la treintena, y algunos de ellos probablemente ya habrían visto a la banda en la originaria presentación del álbum. En el ambiente se percibía un cierto aire “revival” aunque no pareciera a simple vista que se hubiéra abandonado quizás el postureo que llenaba sus conciertos cuando el escarabajo negro vio la luz por primera vez.
Nos dispusimos a “madrugar” para tener un lugar en el que suponíamos que íbamos a poder escapar de la prodigiosa acústica del recinto, muy apropiada para otras actividades pero no para los conciertos, y encontramos emplazamiento en la parte más baja de la grada, justo encima de la mesa de sonido, lugar que a priori siempre es una apuesta ganadora.
La impaciencia hacía mella en los allí congregados cuando con media hora de retraso, las luces del recinto se apagaron para dar comienzo a la liturgia orgiástica de luz, imágenes y sonido que los de Bristol habían preparado.
Una breve intro seguida de una versión de un tema ajeno dio el pistoletazo de salida a
la liturgia, cosa que repitieron intercalando varias versiones más de esas canciones que, en su momento, con precisión cirujana trocearon y centrifugaron para construir las bases de “Mezzanine”, sirvieron a modo de interludio entre los once temas que en su día configuraban el álbum del escarabajo negro.
“Risingson”, con Marshall y Del Naja al frente del escenario mostrándose entre las penumbras sumergidos entre el torrente visual y lumínico que sacudía a los allí presentes desde detrás del escenario, abrió la tanda en sí de las canciones tan esperadas por los asistentes.
De sobra es conocido que Massive Attack no es que sean muy cálidos en escena, de hecho siempre han sido bastante fríos, pero en esta ocasión sonaron algo distantes, como si supieran de antemano que el público estaba ganado, que no tenían que conquistarles, cosa que quedó en evidencia desde el momento en que la maquinaria de los de Bristol de despertó en las entrañas de Vistalegre.
Aunque la cosa cambió un poco en algunos pasajes de la noche, como por ejemplo con el desatado desarrollo final de “Black Milk”, y que a pesar de una excelente versión de Bela Lugosi está muerto que haría morir de envidia a Peter Murphy, aunque nos dió la sensación de que la mayor parte de los asistentes no logró identificar, algo seguía sin acabar de encajar.
El que la voz enlatada de Sara Jay durante “Dissolved Girl” mientras los reyes de la interacción y el multimedia, nos la mostraran en falso streaming en un símil a videoconferencia en las gigantescas pantallas, tampoco ayudó a dejar de lado esa sensación de piloto automático que se cernió sobre los de Bristol.ç
Claro que cuando Elizabeth Fraser y Horace Andy interpretan los temas a los que años atrás pusieron voz, y esos crescendos explosivos que fueron la etiqueta más indicativa de !Mezzanine” suenan sobre las tablas, es difícil no rendirse a la evidencia de unas composiciones redondas, a las que es complicado no sucumbir, incluso aunque se intente modificar levemente algunas partes o melodías para dar un cierto barniz de actualización que pueda justificar, si es que hace falta, el regreso a las tablas por el aniversario de el cúlmen compositivo de la banda.
Y tras una hora y media de sobreexposición a mensajes orwellianos, las luces del palacio se volvieron a encender, como si nos despertáramos de un sueño lisérgico. Nos volvieron a mostrar la realidad del presente, ese que durante la velada nos dijeron que es un resultado de la manipulación mediática para eliminar nuestra ansia de futuro.
Esperemos que Massive Attack no abuse del Oxicontin y su futuro no sea el mismo que nos mostraron en sus mensajes durante la liturgia. Quizás nosotros también consumimos ese fármaco esa noche. Quizás yo no he estado en ese concierto que usted dice.
Massive Attack, Palacio Vista Alegre, Madrid – Listado de Canciones
Intro
I Found A Reason (Velvet Underground)
Risingson
10:15 Saturday Night (The Cure)
Man Next Door
Black Milk
Mezzanine
Bela Lugosi’s Dead (Bauhaus)
Exchange
See A Man´S Face (Horace Andy)
Dissolved Girl
Where Have All The Flowers Gone? (Pete Seeger)
Inertia Creeps
Rockwork (Ultravox)
Angel
Teardrop
Levels (Fragmento – Avicii)
Group Four
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