Hay veces que de antemano sabes que la noche va a ser auténticamente prometedora, así que este pasado viernes acudíamos a una apuesta segura.
Después de haberles visto no hace demasiado dentro del cartel de la edición de 2018 del KristonFest (leer reseña aquí), y habiendo certificado la tremenda progresión de la banda, apuntamos la fecha que Elder, dentro de la programación del Route Resurrection Fest, había reservado en la capital del reino. Como artistas invitados, en esta ocasión, tenían a los contundentes Cobra, con lo cual las dudas se disipaban totalmente.
Cobra comenzaron su concierto cuando todavía la sala Nazca no mostraba la totalidad del público que más tarde la llenaría, pero los de la tierra de los aizkolaris ya nos habían causado una excelente impresión cuando abrieron el escenario grande de la edición de 2017 del Download (leer aquí), y en esta ocasión no iba a ser menos, más aún teniéndolos al alcance de la mano en una sala de mediano aforo.
Navegando por el filo del hard rock, el stoner y el sludge, el dominio apabullante del escenario del que hicieron gala esta noche no dejó a nadie indiferente. Una apisonadora que desgranó su repertorio, comenzando con “Red Tops” y no dando tregua en ningún momento, consiguiendo meterse en el bolsillo a los allí congregados. Momentos álgidos como cuando atacaron una espectacular “Miyagi”, que apuntalaron con la traca final con la que cerraron su concierto, envueltos en sudor, con “General Lee” y “Life´s Too Short”. Como dijo alguno de los que allí estaban, “vais sobraos”.
Tras Cobra, con el ambiente más que caldeado, saltaban a las tablas Elder, los cabezas de cartel. El cuarteto comenzó a desgranar sus temas, enlazándolos entre ellos, con un excelente sonido, replicando casi exactamente lo que se refleja en sus álbumes, pero con un punto extra de intensidad y atmósfera que hace que sus apariciones en directo sean ciertamente especiales. Debido a la especial naturaleza de sus composiciones, de un metraje largo, no suelen interpretar más de siete u ocho temas en cada una de sus actuaciones.
Tenemos que destacar dentro de la selección de la velada, un enorme “Deadweight”, del fundamental “Lore”, y también “Staving Off Truth”, englobado de su más reciente trabajo discográfico, “Reflections Of A Floating World”.
Las escasas letras que DiSalvio cantaba eran coreadas por el público de cabo a rabo, y los cabeceos eran la tónica. Elder no dieron mucha tregua a los presentes, ofreciendo un compacto y enorme concierto certificando su progresión.
A pesar de que la fecha de la cita a priori no hacía albergar muchas esperanzas de una reseñable asistencia, Elder se las apañaron para poblar la sala Nazca y hacer subir muchos grados la temperatura de la fría noche que acontecía en la capital del reino.
Con esa amalgama post doom, de tintes stoner y psicodelia, Elder consiguen una identidad propia que les hace uno de los grupos con más personalidad dentro de la escena en la que navegan. Su perfecto dominio instrumental, sin tirar en demasía de florituras y adornos vacuos, nos muestra que son una de las bandas a tener en cuenta dentro de la escena.
Eso mismo deben de pensar sus seguidores, que tras una hora y media de descarga, apremiados por las necesidades de horario de la sala, hiciéron que Elder les obsequiaran con un tema mas cuando ya habían desenchufado sus instrumentos.
No se los pierdan si tienen la oportunidad de asistir a uno de sus conciertos. Eso sí, preparense calmantes para el dolor de cuello, porque no van a poder dejar de mover sus cabezas con sus canciones.
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