The Baboon Show + The Diesel Dogs – Madrid (Wurlitzer Ballroom 8-3-2018)

Girls to the front

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El pasado día ocho teníamos una cita en la mítica sala Wurlitzer Balroom. Desde el norte del norte nos visitaba una banda que estaba teniendo una repercusión nunca antes alcanzada en sus visitas a la piel de toro. Habiéndo certificado varias actuaciones colgando el cartel de entradas agotadas, la expectación que The Baboon Show habían generado era ciertamente superlativa. Incluso habían tenido que añadir una fecha adicional en el foro, que aconteció un día antes de la nuestra, en la que prácticamente lograron también un lleno casi absoluto.

The Baboon Show atesoran un núcleo duro de seguidores dentro de la redacción de Rock And Roll Army, así que ya sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar la noche del jueves.

De todas maneras, la velada del jueves puede calificarse en cierta manera de atípica. Coincidiendo con el día internacional de la mujer, y con una concurrida y mediatizada manifestación que transcurría en uno de sus tramos a escasos veinte metros de la puerta del Wurlitzer Ballroom, los de la capital de las catorce islas se unieron a la marcha, y decidieron comenzar su concierto una vez suparadas las doce de la noche, dejando atrás el día ocho.

Alrededor de las once, Diesel Dogs saltaron a las tablas para ir recibiendo a los asistentes, que poco a poco, casi por goteo, iban comenzando a llenar la sala. Su rock clásico, con tintes callejeros y retazos de hard rock, consiguió realmente poner la temperatura dispuesta para lo que más tarde acontecería. Con la ardua tarea de luchar ante un público que en principio no tiene demasiado que ver con su propuesta, a base de tesón y buenos temas, consiguieron meterse en el bolsillo. Javi Diesel se encargó en todo momento de que la intensidad de la banda no decayera ni un ápice durante la hora larga que duró su show. Habrá que seguirles la pista de cerca.

Tras ellos, con una sala que estaba ya completamente abarrotada, se comenzaba a palpar en el ambiente la tensión generada por la inminente salida a las tablas de The Baboon Show. Alrededor de media hora despues de medianoche, la into habitual de la banda anunciaba el momento esperado.

Saltaron a las tablas, ante el júbilo de los allí presentes, que tornó en éxtasis cuando Cecilia Boström, ese impresionante animal escénico, se hizo con la sala. Porque no solamente saltó al escenario. Desde el primer segundo de la noche tomó las riendas de la banda, del público, de la sala, y de cualquier cosa que se hubiera propuesto. Estábamos delante de una de las escasas ocasiones en las que se nos presenta una verdadera fuerza de la naturaleza que se encarga de guiar espiritual y musicalmente a los que se congregan delante de ella.

Comenzaron la velada con “No Afterglow”, seguida de “You Get What You Get”, con avalanchas de público queriendo llegar a las primeras filas, coreando las letras de los temas de la banda. Casi sin descanso, un poco más adelante sonó el tema que da título a su más recientemente publicado trabajo, “Radio Rebelde”, que consiguió subir aún mas la temperatura de la sala.

Sin descanso, sin piedad podría casi decirse, encadenaron uno tras otro sus temas, manteniendo la tensión emocional y la intensidad del concierto, en el que las canciones, convertidas casi en hinmos generacionales eran vociferadas por los asistentes a la liturgia.

Unicamente algún que otro momento de pausa, aprovechado por Cecilia Boström para realizar alguna que otra proclama social e ideológica, y también un breve momento a la mitad de la velada para una circense presentación de la banda, con un papel relevante para Niclass Svensson, el batería de la banda, su gorra militar de plato y sus exíguos pantalones recortados.

Casi sin darnos cuenta, cerraban su concierto con una enorme “Faster, Faster, Harder, Harder”, y “Again”, con la que se retiran momentáneamente al camerino, para salir nuevamente ante la insistente petición del público, que no parece que quisiera que la fiesta terminara.

Y así lo hicieron. Saltaron de nuevo para ofrecer tres temas más, y cuando, ya terminado definitivamente el concierto,  los acordes de “People Have The Power” comenzaron a salir por los altavoces de la sala, los cuatro de Estocolmo se abrazaron sobre las tablas para despedirse del público, en lo que fue una de las mejores actuaciones que hemos visto últimamente en el foro, que sin duda, no hará mas que agrandar la (merecida) leyenda de The Baboon Show.

The Diesel Dogs
The Diesel Dogs
The Diesel Dogs
The Diesel Dogs
The Baboon Show
The Baboon Show
The Baboon Show
The Baboon Show
The Baboon Show

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