Rotting Christ + Carach Angren + Svart Crown – Madrid (Caracol 11-2-2018)

El frío y la niebla

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A medida que nos adentrábamos en la sala donde se iba a celebrar uno de los Route Resurrection Fest más oscuros y satánicos, el ambiente iba tomando forma. La espesa niebla que no abandonó en ningún momento el escenario convertía éste en una especie de ciénaga desde la cual emergían criaturas al ritmo de atronadoras músicas y antiguos rituales. La parroquia asistente al evento venía pertrechada para la ocasión. Los cueros, los brillos y el maquillaje campaban a sus anchas entre la homogénea audiencia.

El tempranero aquelarre comenzó cuando desde el otro lado de los pirineos, los galos Svart Crown saltaban a escena. Lo suyo es una mezcla de death y black metal, que consiguió convertir la ya de por si siempre oscura y cavernosa sala Caracol en una especie de agujero negro, proyectando desde detrás de la banda unas percutivas luces hacia la audiencia. Una estudiada puesta en escena, en la que no dejaron de partirse el cuello haciendo molinillos con sus largas melenas, fue el complemento para una música que, aunque con un sonido correcto, no llegó a ofrecer la contundencia que esperábamos. Pareciera que JB Le Bail estaba más preocupado porque los asistentes usaran cualquier tipo de flash que sacara sus rostros de la penumbra, que por sus labores en ciertos momentos del concierto. Tras su media hora larga de actuación, se despidieron del público agradeciendo su asistencia y apoyo.

Y tras un tedioso y obligado cambio de escenario, saltaron al escenario Carach Angren, para mostrarnos su dramatizado black metal sinfónico. Una guitarra, un teclado y la batería daban soporte a la desgarrada voz de Dennis “Seregor” Droomers, que no paró ni un solo instante de teatralizar los textos de los temas que iban ejecutando con una precisión milimétrica y una pegada asombrosamente contundente. Uniformados pertinentemente y maquillados para la ocasión, Carach Angren nos ofreció un repaso por sus conceptuales obras musicales. No faltaron “The Carriage Wheel Murder”, “When Crows Ticks On Windows” o  “Sir John”. Seregor, el cual no podiamos dejar de visualizar como a un Kory Clarke del black metal, se retorcía y gesticulaba siguiendo las melodías y, sobre todo, los ritmos y cortes de los temas, haciendo que los allí congregados se metieran inmediatamente en el concierto. Al haber abandonado el formato de trío y haberse liberado de la guitarra, Seregor tiene espacio y capacidad para dar rienda suelta al personaje que interpreta en todo su esplendor, aunque en este caso podría decirse su negrura.

No faltaron las máscaras, el progresivo degradado del maquillaje del rostro de Seregor a medida que la actiución avanzaba, y el soporte de teclado móvil con el que Clemens “Ardek” Wijers añadía dramatísmo a sus también histriónicas poses y movimientos. El potente sonido que desplegaron los de la tierra de los tulipanes consiguió realmente que su show no tuviera ninguna fisura, si es que es posible tener espacio para alguna con ese animal escénico que es Seregor encima de las tablas. Cerraron un inmenso show con “Bloodstains on the Captain´s Log”, con Seregor enfundado de nuevo en una inquietante máscara. No se los pierdan si pasan cerca. A buen seguro que les sorprenderán gratamente.

Tras ellos, aunque compartiendo cabeza de cartel en esta gira, saltaban a la arena Rotting Christ, con la ardua tarea de superar el listón que Carach Angren han situado a una buena altura. Los helenos lo tienen claro y tiran de clásicos para llevarse a los asistentes a su terreno. No tienen mas que echar un vistazo a su extensa carrera para rescatar los temas más efectivos.  Comienzan pesados, contundentes, seguros de su fuerza y con una cierta displicencia ante lo que iban a ofrecer esa velada.

Casi nada más arrancado el concierto, ofrecen “Apage Satana”, una suerte de misa negra que va in crescendo desde los básicos ritmos atávicos a la contundencia del desarrollo final. La banda, bañada en luz roja para acentuar el simbolismo del tema, se deja llevar por la voz de Sakis Tolis, investido a modo de sacerdote, que gesticula durante el tema como si estuviera impartiendo una eucaristía, mientras la letanía sigue su curso para el deleite de sus acólitos.

Tras ello, un buen puñado de clásicos se encargan de afianzar el concierto de la banda. Pudimos escuchar “Transform All Suffering Into Plagues”, “The Forest Of N´Gai” o “Grandis Spiritus Diavolos” entre otras. Sakis agradece en diversas ocasiones y en un nítido castellano la asistencia y apoyo de sus seguidores, con quienes intercambió en algún momento saludos y estrechar de manos.

Cierran con un contundente y aclamado “666”, de su más reciente etapa, coreado por sus acólitos, una nutritiva velada para los amantes de los sonidos mas oscuros del metal, demostrando que quien tuvo, retuvo.

…aunque nosotros creemos que esta noche, la tostada cayó del lado de Carach Angren.

Svart Crown
Svart Crown
Svart Crown
Carach Angren
Carach Angren
Carach Angren
Carach Angren
Carach Angren
Rotting Christ

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