Podría hacer un tocho de crónica de lo más surrealista después de lo que se vivió en el ochoymedio la noche del jueves, pero voy a dividirla en dos capítulos con sus correspondientes protagonistas.
Capítulo 1: Zá! Y el adiós a su maleta.
Tengo la certeza de que los prejuicios en la música son una basura y estos dos músicos “multi-instrumentalmente autosuficientes” me lo han vuelto a demostrar. Quizás se enmarcan dentro de un estilo complejo para la mayoría de los oídos terrícolas y que a priori no llega a enganchar, sobre todo si la primera toma de contacto que se tiene es a través de trabajos de estudio (ojo! Esta es mi experiencia). Dicho esto, y aplicable a cualquier artista, lo mejor es encontrarse cara a cara con ellos y ver qué esconden. Así lo hicimos los asistentes al Ochoymedio Club.
Cuando Za! Comenzó a repartir Loloísmo, la sala se veía medio vacía, pero un hormigueo constante empezó a llenar la pista y la gente arrancó a dar los primeros cabezazos para acompañar las notas que más se repetían en las pistas que van grabando loop tras loop y que componen las melodías de sus canciones. Con el carisma que ambos tienen se metieron en el bolsillo de sus shorts al respetable, para los fotógrafos hicieron las delicias con sus coloridas camisas hawaianas, que sumadas al humo y el juego de luces y movimientos compusieron un show que se nos hizo corto, muy corto.
El surrealismo llegó de dos maneras, primero con la despedida de una compañera de viaje que han tenido durante su gira y que ayer quisieron darle la oportunidad de jubilarse: la Maleta. Fue pasada de mano en mano a través del púbico para hacerle un homenaje a toda su carrera.
Segundo, cuando tras una vista atrás, en el público se pudo reconocer una cara, una cara de esas que ves y no puedes evitar decir que su cara te suena… No voy a continuar con esta anécdota, pero si los asistentes estuvieron atentos sabrán de qué hablo.
Esperaremos a ver qué nos deparan estos dos genios del ritmo DIY (Do It Yoursef) con un nuevo set que tienen entre manos.
Capítulo 2: Cuatro hombres – Perro, una cuerda rota y un teclado chillón.
Se echó el telón tras la actuación de Zá! Y se abrió para dar entrada a 4 murcianicos con un concepto de la música que personalmente me encanta. Salieron: Guillermo al bajo, Adrián a la guitarra y Aarón y Fran pegándole tralla a las baterías. Si alguna vez habéis disfrutado de ellos, sabréis que van cambiando de instrumento tema tras tema.
Nos hicieron echar un Catán, también fuimos partícipes de la primicia de cuatro temas de lo que es su nuevo LP que verá la luz en 2018 y que se llama Trópico Lumpen.
Fue un concierto que tuvo momentos fríos sobre todo por problemas técnicos, con una guitarra y el teclado, también por la salida del escenario para luego volver al Bis-Hit que todos sabían que tenían que tocar (La Reina de Inglaterra) y aquí hago autocrítica, porque el público ya no tiene la costumbre esa que gusta a los artista de… Otra, otra… Aunque sí lo gritaron tras el oficial fin de concierto y lo hicieron porque tenían un buen calentón tras la recta final del show y es que cuando te metes en faena apetece seguir bailando toda la noche.