El proyecto Wayward Sons se gestó el día que el ocupado y polifacético ex Little Angels Toby Jepson, (ex también de grupos como Fastway, Gun o Dio Disciples, a la vez que productor de otras tantas bandas tales como Saxon, los mismos Fastway o Virginmarys), mantuvo una amistosa conversación con el bajista Nic Wastell (Chrome Molly) sobre la creación y posterior producción de otro nuevo disco de la rolliza Molly.
De esa charla y de las posteriores acabó surgiendo la idea de un nuevo propósito que serviría de expresión para las frescas ideas creativas de Jepson. Tras reunir al resto de los instrumentistas necesarios (el batería Phil Martini, miembro de grupos como Spear Of Destiny, Quireboys o Joe Elliot’s Down and Outs; el guitarrista Sam Wood, de Treason Kings; y el teclista Dave Kemp, mano derecha de Toby y otro ex Little Angels) allá por el año 2016, comienzan una gira de presentación que desembocará en la grabación de este primer lp de Wayward Sons.
Estilísticamente, este ”Ghosts Of Yet To Come” da rienda suelta a la creatividad de un Toby Jepson que parece anclarse en plena década de los años noventa del pasado siglo, pero homenajeando de paso y en buena medida el clasicismo de Thin Lizzy.
Diez canciones donde los británicos hilvanan esos sonidos clásicos con una suerte de añejo rock alternativo que, al igual que entonces, hoy día vuelve a merecer el apelativo que lo define.
Desde el primer tema del disco, la potente “Alive”, en la que nos parece estar oyendo cantar al malogrado Chris Cornell, hasta el título que cierra el trabajo, “Something wrong”, nos posicionamos ante una obra con la calidad suficiente como para mantenernos atentos durante varias escuchas. Durante muchas, de hecho.
Han conseguido, por tanto, estos caprichosos hijos de la Gran Bretaña confeccionar a base de retazos de distintas épocas pasadas un disco con cierto aire revival que tiene buen encaje en el escenario actual.
Como anécdota, es obligado citar que el nombre del grupo (extraído del texto de uno de los primeros hits de Little Angels, a su vez inspirado en la famosa canción de Kansas, “Wayward Sons”) es compartido por, al menos, otras dos bandas, que se prodigan desde la nostalgia setentera hasta el country australiano. Así que, si a alguien le interesan los británicos, que ponga bien el ojo en el producto que va a adquirir para evitar sorpresas de última hora.
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