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¿Te gusta “Turn”, “Taboo”, “El renacido” o incluso “Black sails”? Entonces puede que “Frontier” sea tu serie.

De la mano de la gran N, Netflix y Discovery Canada llega esta serie dirigida por Brad Peyton (“San Andreas”) en las que se nos cuenta en una primera temporada de seis episodios el aspecto que tenía la frontera entre Canadá y los Estados Unidos cuando esta era algo novedoso aún. Jason Momoa, al que recordamos como el gran Khal Drogo de “Juego de tronos”, hace aquí de un trampero que se dedica a vacilar con los monopolios comerciales tan en boga por aquella época. Como trama paralela tenemos la historia de Michael, un joven ladronzuelo irlandés que por circunstancias de la vida deja su vida de ratero en Londres para acabar en el barrizal constante que es la frontera.

¿Por qué al presentarla mezclar “Taboo” con “Black Sails”? Para quien haya visto ambas series, sabrá que la primera es una obra muy por encima del resto de las series que comparten pantalla con ella ahora mismo, mientras que la segunda es un folletín bastante malo aunque no carente de cierta gracia y que ha mejorado con el paso de los episodios.

“Frontier” no es mala como se lee por ahí; simplemente es irregular. Con el presupuesto que tiene podría ser una mierda, pero lo cierto es que mientras se mantiene en la trama principal la cosa tiene un pase. El problema es cuando entra en la trama secundaria, que es simplemente un chorrada poco interesante en la que el romanticismo entre ladronzuelos nos hace plantearnos apagar la tele.

La he visto con gusto y reconozco que mis filtros son pocos y que trago con mucho. El problema es que a los actores por momentos se les escapan sonrisillas como al rubio con cara de farlopero de Cruz y Raya cuando hacía de gitano -se reía de lo que hacía y de la calidad del guión-. Lo mismo le pasa a Momoa (se podría decir que se echa la serie a la espalda) que de vez en cuando se le puede ver con sonrisa de pícaro pensando en su sueldo por hacer esa basurilla.

¿Merece la pena verla? Le doy un cinco raspado y reconozco que soy algo permisiva.

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