Trivium + SikTh + Shvpes – Madrid (But 18-3-17)

El poder del triunvirato sigue vigente

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Tras los buses y camiones que a modo de muralla protegían el lugar de la ceremonia, oleadas de postadolescentes y pretreintañeros formaban largas hileras para adentrarse en las profundidades del averno. La espera era motivada por otra de las apuestas del Route Resurrection, y es que ver a Trivium no es cualquier cosa.

Los que fueron y han sido la eterna promesa del metal han asentado su estatus dentro del panorama, y agotar las entradas para esta noche lo certifíca en buena manera.

Los de los estados juntos de américa han evolucionado desde sus primeros momentos de aquel triunvirato de metalcore, thrash metal y death metal melódico. Ahora han encontrado un espacio propio en el que amalgamar estos estilos dandoles su sello propio, en el que la impronta vocal de Matt Heafy aporta un plus a los desarrollos del cuarteto.

Lleno hasta la bandera en la sala But, como hacia tiempo que no veíamos, desde el mismo momento de apertura de puertas. Parece que el personal tenía ganas de ver y disfrutar el directo de los de Orlando, y algunos han aparecido por allí desde las seis de la mañana para asegurarse la primera fila, como si fueran al cristo de Medinaceli.

Shvpes eran los encargados de ir caldeando el ambiente y hacer más corta la espera hasta la aparición de los cabeza de cartel. Desde la pérfida albión arengaban al público con su harcore melódico con ecos  lejanos de RATM, y el público respondía en casi todo momento al energético Griffin Dickinson, que no paraba de moverse por todo el escenario queriendo exprimir al máximo la escasa media hora de que dispusieron en la tarima de la sala But, como cuando bajó a la platea a formar un wall of death con él mismo dentro. Demostraron al menos estar en una forma excelente y tuvieron un sonido más que aceptable para ser la banda que abría el evento, en el que nos ofrecieron canciones de su recién salido del horno trabajo discográfico, “Pain.Joy.Ecstasy.Despair”. A tener en cuenta.

Inmediatamente después del trasiego de backline, SikTh reclamaban su turno. También hijos de la pérfida albión, como sus compañeros de Shvpes, nos dejaron una (breve) muestra de sus desarrollos de prog metal, con un matiz distinto, que aportan sus dos vocalistas que no paran de desgañitarse encima del escenario. Era una buena oportunidad ver a los padres del Djent (con permiso de Mesugghah), aunque en la media hora larga de que dispusieron no podían mas que ofrecernos un menú degustación de lo que son capaces de desarrollar. La respuesta del respetable fue más fria que ante Shvpes. Quizás la urgencia por ver a los cabeza de cartel pudo con ellos, o quizás su música, mas técnica, provoque un cierto distanciamiento con el público de las primeras filas. Esperemos verlos encabezando sus propios conciertos para ver hasta dónde nos llevan.

La tensión se palpaba en el ambiente. Había ganas de que Trivium apareciera en el escenario. Cuando las luces se apagan un nudo en el estomago se agarra fuerte entre el público. Suenan los acordes de “Run to the hills” a todo trapo, que se muestran muy efectivos para subir el tono antes de la estelar aparición de la noche.

Cuando las últimas notas de los Maiden se desvanecían en el ambiente, Heafy y los suyos hacian aparición ante el alborozo de sus acólitos. “Rain” y “Forsake not the dream” son los temas elegidos para abrir el show.

Atrás han quedado los problemas vocales de Matt Heafy y, aunque evita hacer guturales cuando puede, asistido por Gregoletto y Beaulieu, su voz se muestra potente y en forma.

Entre mucha pose estudiada, van desgranando temas con una contundencia y sonido envidiable, sin un solo ampli en el escenario, curiosamente.

Un parlanchín Heafy va arengando al público para exprimirlos al máximo  y que no paren de botar y corear los temas de la banda.

Así suenan “Down from the sky”, “Rise above the tides” y “Entrance of the Conflagration”, que nos llevan al siguiente discurso del señor Heafy, que no para de pedir al público asistente que bote y cante con ellos parte de las letras de sus temas, amén de la consabida proclama/juego acerca de quién es el mejor público de la gira, asegurando que los de la capital del reino están a punto de alzarse con el cetro.

Poco a poco, entre un sonido pulcro y potente, van desgranando el resto de temas con la misma dinámica entre canciones para mantener la llama encendida entre los asistentes que, totalmente entregados, se dejan hacer por su líder.

Circle pits, botes, palmas y manos en el aire para disfrutar al máximo de la música de los de Orlando.

Con “Until the world goes cold” cierran su repertorio, y abandonan el escenario entre los gritos de sus seguidores que no quieren dar por concluida la fiesta.

Tras un par de minutos vuelven para, ahora si, rematar con “Pull harder on the strings of your martyr”, y un emocionante “In waves”, donde Heafy hizo sentarse al público en el suelo, para levantarse y gritar las palabras que daban título al tema con el que cerraron, visiblemente satisfechos, su visita al foro.

Otro gran acierto del Route Resurrection. Un concierto sin duda para el recuerdo. Nos ponemos en modo espera para la próxima descarga que nos tienen preparada, Parkway Drive, en apenas un poco más de un mes.

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