Un grupo de personas en pie formando un círculo de varias vueltas, no saben qué hacen allí ni cómo han llegado, y cada dos minutos alguien muere. Con esta premisa nos presenta esta historia la pareja formada por Aaron Hann y Mario Miscione. Teniendo un par de años ya la traigo a colación porque con el nuevo hype que está creando la vuelta de “Black Mirror “ cualquier amante del género “Twilight Zone” disfrutará de esta cinta.
Y como en este género es común, el objetivo es dejar al espectador pensativo, reflexionando sobre lo humano y lo divino o simplemente con el culo torcido. Un gran puñado de lugares comunes del género, con giros de guión y alguna trampilla que puede ser considerada venial.
Lo cierto es que no tengo gran opción de entrar en el argumento porque sería destriparla sin piedad, pero básicamente sobrevuela sobre el valor de la vida humana en dependencia del tamaño de su cartera.
¿Merece la pena verla? Ideal para un domingo por la tarde.
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