Puede que en su primer disco en una década, Ronnie Baker Brooks quiera convencernos de que los tiempos han cambiado, pero escuchando el contenido de este trabajo cuesta creerlo.
Muy bien rodeado en prácticamente todos los temas de “Time Have Changed” gracias a unas colaboraciones de auténtico lujo, el hijo de Lonnie Brooks nos sumerge en una obra que parece querer reivindicar todo lo bueno de la música negra desde mediados del siglo pasado hasta ahora.
La producción ha corrido a cargo de un personaje como Steve Jordan, colaborador del mismísimo Keith Richards y que ha aportado todos sus conocimientos a la obra, algo que se nota. Así, ambos se pusieron manos a la obra en los míticos Royal Studios de Memphis, adonde llevaron a músicos como Steve Cropper (no creo que haga falta presentar a este hombre) o a los hermanos Teenie, Charles y Leroy Hodges, de la legendaria Hi Rhythm Section, o el propio padre de Brooks con sus más de ochenta añazos, entre otros.
El contenido es una equilibrada mezcla entre versiones (seis de los temas) y canciones originales del de Chicago (los cinco restantes), pero sin duda lo más destacable son los resultados. Con semejante plantel era muy difícil no hacer algo memorable, y así Brooks nos da un soberano repaso por el soul, el funk y, cómo no, el blues, estilos que están sin duda entre lo más destacable de la música popular del siglo XX y que aquí reciben un merecido homenaje.
“Times Have Changed” es un disco hecho con exquisito gusto y que, a pesar de lo que pudiera parecer a priori, funciona como una verdadera unidad. Una de esas obras perfectas para ponerse cuando uno está cocinando o… qué sé yo, en situaciones más íntimas.