Tan solo ocho minutos y cinco temas les bastan a Mierda, trío madrileño de escatológico nombre, para, sobre una base de punk primitivo al estilo hispano, vomitar una serie de letras que serían el sueño húmedo de cualquier censor y donde campan a sus anchas la irreverencia -política, religiosa- y la denuncia hacia una sociedad actual vacua y artificial.
Inspirados claramente en las bandas que inauguraron el movimiento punk en nuestro país, tanto estilísticamente como por la temática de sus letras, el resultado final, de tan mimético, acaba resultando hasta algo kitsch (en un buen sentido). Asumo que la banda es un puro divertimento para sus protagonistas y que, probablemente, están haciendo lo que hacen a conciencia y no por una falta de pericia instrumental o compositiva. Y con esto no quiero en absoluto decir que no dominen sus instrumentos ni que sus letras no estén trabajadas, sino que da la impresión de que han buscado una apariencia algo chapucera porque ese era el objetivo: hacer punk en español como en el año 1983.
Y ahí es precisamente donde radica la gracia de Mierda: teniendo bien claro que esto tiene pinta de ser una gran broma, es altamente disfrutable y divertido. Por cierto, tienen otro disco y otro EP aún más breve que este.