The Rides, el supergrupo formado por Stephen Stills, Kenny Wayne Shepherd y Barry Goldberg, se ha inspirado en una antigua marca de coches de lujo para titular este su segundo disco, la Pierced-Arrow Motor Car Company. Según Stills, muchos músicos condujeron vehículos de esta marca porque eran espaciosos y permitían albergar varias personas con sus instrumentos, pero admite que tras el título se puede esconder algún que otro simbolismo.
En cualquier caso, el sucesor de “Can’t Get Enough”, su primer disco de 2013, parece que supera en interés a aquel. Si bien ese debut no era mal disco, tampoco dejaba una honda impresión en el oyente, y la tal vez excesiva presencia de versiones un tanto alejadas del blues rock también provocaba que se diluyera la esencia de las propias canciones.
Para esta nueva decena de temas sin embargo se han dejado de tantas composiciones ajenas y en esta ocasión solo han incluido “My Babe” del maestro Willie Dixon. Se nota también una mayor cohesión de la banda fruto sin duda de haber girado presentando el álbum anterior, lo que beneficia al nivel general de una obra que personalmente me parece más inspirada que su predecesora. Valgan como muestra botones como “Game On”, “Mr. Policeman”, “Kick Out of It”, “I Need Your Lovin'” o “By My Side”.
Sí en el blues (y en casi todo, seamos justos) ya queda poco margen por innovar, al menos hay que hacerlo bien. Y en esta ocasión más que una suma de talentos tenemos a una verdadera banda que da la casualidad de que está formada por músicos reconocidos. Un avance y una alegría para los seguidores del blues contemporáneo.