A mediados del pasado 2015, Steven Wilson sorprendía de nuevo a sus fans con el anuncio de un nuevo trabajo, pocos meses después del lanzamiento de su cuarto álbum, “Hand. Cannot. Erase.”. Arropado por los músicos que le han acompañado durante los últimos años, podríamos decir que en “4½”, editado esta pasada semana, Wilson ha dado salida a material sobrante de su dos anteriores trabajos, lo que explica también el porqué de semejante título.
El nuevo disco pretende ser un puente entre LPs propiamente dichos, lo que explica su “corta” duración (apenas 37 minutos), repartidos en seis canciones.
Así, en “4½” entre los seis temas encontramos cuatro procedentes del citado “Hand. Cannot. Erase.”, uno de “The Raven That Refused to Sing” y una versión en directo -aunque con cierto tratamiento en estudio- de “Don’t Hate Me”, el tema de Porcupine Tree interpretado aquí junto a la vocalista Ninet Tayeb.
Pero a pesar de que, como decimos, se trata de canciones desechadas en su momento, que nadie espere un disco sin ningún interés. Si bien encontramos alguna composición más pobre que el resto, el disco en su conjunto raya a un buen nivel. Por tanto, los fans del británico pueden estar tranquilos. No estamos ante el típico sacacuartos, sino que “4½” puede ser considerado como un verdadero disco con entidad propia a pesar de su origen que, además, saciará la impaciencia de algunos hasta que Wilson lance el nuevo material en el que está ya trabajando.