Hoy en día supongo que a nadie le llamará la atención ver un artículo sobre uno de los grupos de la era clásica del hip hop en una web que lleva el término rock and roll en su nombre; a finales de los 80, sin embargo, las cosas eran bien distintas. Al menos en el microcosmos en el que a mí me tocó vivir, en el que en la escuela nos distinguíamos entre punkis, heavies, poperos o rockabillies. A mí, acostumbrado a escuchar tanto punk como heavy metal en casa, aquella división, aunque la veía como natural, me creaba cierta intranquilidad; pero a pesar de ello no dudaba en apuntarme al grupo de los “jevis”. Que unos pocos años más tarde me atreviese a comprar un vinilo de Public Enemy tras haber visto el video clip de “Fight the Power”, no hizo sino acrecentar en mí el deseo de conocer más cosas, de abrirme a otros sonidos. También me gané con ello algún que otro comentario despectivo.
Viene todo esto a que hoy en día prácticamente a ningún rockero se le escapa la importancia de un movimiento como el rap, aunque no disfrute con ello. Y puede que un Grammy no tenga ninguna consideración -yo al menos no creo que ningún premio sirva para reconocer la calidad de nadie; en cualquier caso servirá para reconocer las habilidades de la industria y del marketing-, pero hoy al menos nos da la excusa para recordar a Run DMC. Y puede que no nos creamos los Grammy, pero que Run DMC reciban uno honorífico al menos sí que tiene un significado.
El trío surgido en el barrio neoyorquino de Queens es sin duda uno de los nombres más importantes no solo del hip hop old school, sino de toda la historia de esa música. Estamos ante la primera banda del estilo que recibió un disco de oro (por su debut homónimo de 1984), y también la primera banda de hip hop en recibir una nominación a los Grammy precisamente. Anécdotas o no, estos sin duda son hitos de un nuevo estilo que estaba empezando a abrirse paso.
Darryl “DMC” McDaniels, Joseph “Reverend Run” Simmons y el desaparecido Jason “Jam Master Jay” Mizell (asesinado en octubre de 2002) son también -atentos aquí los rockeros más recalcitrantes- responsables en buena medida del resurgimiento de Aerosmith a mediados de la década de los 80. Para la historia quedará ese video conjunto en el que revitalizaban “Walk This Way”, himno hard rock de electrificante ritmo que sirvió durante años como base para las improvisaciones de los MCs. Aparte de promocionar a los de Boston antes de su regreso triunfal con discos como “Permanent Vacation” o “Pump”, esta versión puso las bases para la experimentación y el maridaje entre rock y hip hop que eclosionaría con fuerza -si bien fugazmente- en la década siguiente. Y el mencionado video clip de inspiración para el de “Flavor” de la Jon Spencer Blues Explosion.
En los últimos años hemos visto como proliferaban las camisetas con el logo clásico de la banda, aunque como suele ocurrir con estas cosas, cada vez que me cruzo por la calle con alguien que viste una de ellas me pregunto si realmente sabe quiénes eran Run DMC. Incluso una marca como Adidas, cuya ropa y calzado deportivo lucía el trío casi como un uniforme (y años antes de que lo hicieran Korn y toda una generación de niñatos saltarines), les dedicó un modelo de zapatillas. Inconvenientes de la globalización y de la ignorancia general de las nuevas generaciones, supongo.