Durante mi etapa estudiantil en enseñanza secundaria -puede que incluso también durante la universitaria-, tuve que escuchar muchas veces aquello de “…eres de la ley del mínimo esfuerzo” debido a las tremendas ganas que le ponía a todo aquello que oliera a trabajo académico. En mi descargo, aunque no sirva de excusa, debo decir que he conocido personas mucho más vagas que yo. Sin embargo llega un punto en la vida en que, o bien encuentras alguna actividad que te llena tanto que no te importa poner todos tus esfuerzos en ello, o bien la necesidad -necesidad de mantener un puesto, necesidad de sacar adelante un pico puntual de trabajo,…- te empuja a dejarte la piel y la salud en algo que tal vez no te llene tanto, pero que es la fuente de tu sustento.
En ámbitos más mundanos y gracias a la tecnología, parece que esta filosofía de hacer lo mínimo está cada vez más instalada en nuestro subconsciente. Como director de contenidos de esta web, tengo que lidiar bastante a menudo con temas promocionales en los que casi casi que tengo que buscarme yo la vida para dar a conocer el trabajo de otros. Y seamos sinceros, si eres Mick Jagger tal vez pueda hacer el esfuerzo, pero cuando acabas de lanzar un CD autoeditado creo que el que tiene que currárselo eres tú.
Y es que parece que muchos se creen que con etiquetarte en un cartel de un concierto en Facebook, mandarte un enlace a un video de Youtube o a Bandcamp ya está todo el trabajo hecho. Lo siento pero a día de hoy yo no quiero hacer ese trabajo. Necesito las cosas mascadas, entre otras razones porque no dispongo ni del tiempo ni de las ganas. Y acaba resultando bastante irritante recibir un puto mensaje por Facebook del tipo “Hola, somos Perico y Sus Palotes y hemos sacado un disco”. Un poco de información no estaría mal chicos: qué hacéis, cuándo os formásteis, influencias…
Y ya no entro en la cuestión de los envíos de material promocional en formato físico, pero comentaré al respecto que resulta curioso que cuando algunos grupos extranjeros te mandan un enlace para escuchar su disco acaban también enviándolo en formato físico más tarde. Sí es cierto que cada vez más discográficas trabajan con descargas digitales y comprendo que grupos pequeños tal vez bastante tengan con hacer una pequeña tirada en CD de su disco y que prefieran vender el máximo de copias posible para recuperar la inversión, pero me sigue resultando curioso que en algunos aspectos como este seamos tan cutres.
El tema de las promotoras y las giras también da para mucho, pero por hoy me limitaré a contar lo que hace cierta empresa dedicada al público del Heavy Metal, que desde hace un tiempo se dedica a enviar los correos con la información únicamente en formato de imagen, con lo cual cada vez que toca anunciar uno de sus tours no queda otra que copiarse las fechas y el resto de la información a pedalillo. Muchas gracias, monstruos.