Soy gilipollas (y raro)

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“¿Y por qué no te lo bajas de internet?”

Cuántas veces habré escuchado esa pregunta o alguna en parecidos términos… Y normalmente da igual la respuesta, porque el interlocutor que te pregunta eso no te escucha. Simplemente se te queda mirando como diciendo “pobre gilipollas…”.

Sí, yo soy uno de esos “raros” que todavía se gasta el dinero en libros o discos. Y no me veo acudiendo a un grupo de apoyo, presentándome en mi primera sesión con aquello de “Hola, me llamo Natxolas y soy comprador de discos de vinilo”. Porque yo no hago nada malo. Eso creo, aunque tal vez algún mes me exceda con la cuantía de lo comprado (entonces y en cualquier caso, el grupo de apoyo tendría que ser de otro tipo).

Lo que me pregunto es cuándo hemos llegado a esta situación en la que hasta grandes aficionados a la música han pasado de invertir en discos a conformarse con la frialdad de un reproductor de mp3 y de una puta pantalla de ordenador. Simplemente porque es más barato (sí, he dicho “más barato”, no “gratis”; en esta vida gratis ya no hay nada, majos).

Sin embargo, yo no quiero ser el Pepito Grillo de nadie ni afear la conducta de quienes no compran ya discos, pero debo reconocer que me dejan perplejo comentarios como uno escuchado hace poco: “ya me gasté bastante dinero en discos cuando era joven” (o algo muy similar). Esto me trae a la mente que cada vez el público se va haciendo más mayor, pero no iré por ahí porque sería desviarme del asunto. Y además soy consciente de que a quien no se le puede pedir que compre discos es precisamente a los jóvenes. Si no van ni a conciertos… ¿cómo coño vamos a pedirles que se gasten el dinero en formatos que para ellos son como de sus padres o abuelos?

Entiendo también que haya gente con poco poder adquisitivo que prefiera gastarse su dinero en otras cosas. Y no voy a ser tan cínico de negar que yo también en algún momento de mi vida he tenido que recurrir a ello. Pero me vais a permitir que con mi dinero yo haga lo que quiera, y si eso significa ser gilí… pues lo seremos.

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