En una maniobra bastante inopinada, la música de Vivaldi daba la bienvenida al escenario de La Lata de Bombillas a Cyanide Pills. Los británicos visitaban por segunda vez la ciudad de Zaragoza en unas fechas poco propicias, tan solo siete días después del último fin de semana de las fiestas patronales. Puede que esta fuera la razón por la que la coqueta sala zaragozana presentara una entrada un poco floja, con menos público incluso que cuando los de Leeds nos visitaron por vez primera hace ahora aproximadamente un año.
En cualquier caso, Cyanide Pills fueron a lo suyo desde el minuto cero, sin importarles si estaban delante de todo un estadio o de un par de decenas de personas. Con un Phil Privilege que se pasa más rato bajo el escenario que sobre él, la banda hace lo mejor que sabe: bombardear sin descanso con un hit tras otro. La cantidad de himnos que tienen a sus espaldas les permite incluso olvidar el que para mí es su mejor tema, “Conquer the World”, sin que por ello se resienta el set list (aunque servidor se pillara cierto berrinche). Afortundamente cuentan con canciones de sobra (increíble pensar que solo tienen dos LPs en el mercado), y con el derroche de energía y entrega que demuestran uno se pregunta por qué el quinteto de Leeds no está acaparando portadas como se merece.
Así, poco importa que cometan pequeños errores o que su vendaval solamente rozase la hora de duración, pues estos chicos concentran más energía en cincuenta y pico minutos que otras bandas en todo un tour. Otra vez la música de Vivaldi anunciaba el final de un concierto a un público completamente noqueado y todavía poco consciente de lo que acababa de presenciar. Aún no han acabado la presente gira y yo ya tengo ganas de que regresen.
Foto: Marga Margaret