O a Dave Wyndorf se le está secando la fuente de la inspiración definitivamente, o realmente disfruta poniendo a prueba a sus seguidores, ya que siguiendo el ejemplo de su anterior lanzamiento en “Cobras and Fire (The Mastermind Redux)”, nuevo álbum que se pone en circulación este mismo viernes 9 de octubre, el grupo de New Jersey recoge únicamente reinterpretaciones de temas anteriores y alguna que otra bizarrada.
Y si hace ahora un año Wyndorf se atrevió con relecturas de “Last Patrol”, su hasta ahora último disco con material original, en esta ocasión tampoco se ha ido demasiado lejos en el tiempo y así le ha tocado, como puede deducirse por el subtítulo, a “Mastermind”, el álbum que Monster Magnet lanzaron en el año 2010.
Teniendo en cuenta que uno es seguidor de Monster Magnet desde los tiempos de “Superjudge” y que además creo que “Mastermind” era un buen disco (no excelente, pero sí bueno), resulta difícil calibrar la verdadera valía de una obra como esta. Por un lado, siempre disfruté con los cuelgues psicodélico-espaciales que salpican en mayor o menor medida todos los discos de Monster Magnet, por lo que algunos de los sonidos aquí incluidos o los largos desarrollos instrumentales no me asustan; por otro, sigo pensando que la carrera de este hombre no se acabó con “Powertrip”, y como decía el disco original en concreto me parece una pequeña joya que pasó prácticamente desapercibida.
Sin embargo, voy a intentar ser lo más objetivo posible con un disco que, también debo decirlo, de entrada me pareció la peor de las ideas y deseo con todas mis fuerzas que no se convierta en la tónica de ahora en adelante. Tomándolo como un disco de versiones, que es lo que en realidad es, “Cobras and Fire (The Mastermind Redux)” acaba resultando un disco irregular, como por otra parte suele ocurrir en estos casos. Wyndorf alterna aquí algunos aciertos (el tratamiento garage 60’s de “Watch Me Fade”, la propia “Mastermind” o la inicial “She Digs That Hole”), con alguna que otra pifia (lo siento Dave, “Gods and Punks” era perfecta tal y como la concebiste en su momento). Como curiosidades citar “Ball Of Confusion”, versión cabezona del tema que llevaron al éxito en 1969 The Temptations y que aquí cuenta con coros del cofundador del grupo Tim Cronin; o ese monstruo de Frankenstein que cierra el álbum y en el que Joe Barresi combina durante ocho minutos partes de varios temas anteriores de la banda.
Después de escuchado el álbum, no sorprenden las declaraciones previas de Wyndorf calificándolo como “los Monster Magnet más raros hasta el momento”. Aunque tal vez podríamos matizar sus palabras añadiendo que, si bien en “Cobras and Fire” probablemente se dé el mayor índice de rarezas por minuto de toda la carrera de la banda, tampoco encontramos excesivas novedades sonoras que no hayan utilizado anteriormente. Para mi gusto, va perdiendo fuelle de mitad de disco en adelante.