El año era 1987 y la fecha el 21 de julio, exactamente el mismo día de la semana que mañana, un martes, el día tradicional para la salida al mercado de las novedades discográficas en los Estados Unidos. Pues bien, aquel martes Geffen Records lanzaba al mercado “Appetite for Destruction”, la obra capital de Guns N’ Roses, lo que significa que mañana se cumplen 28 años desde la edición de uno de los discos considerados entre los más importantes de la historia de la música rock.
Esto sin embargo no siempre fue así: hasta que la MTV no cedió ante las presiones de David Geffen, por entonces presidente de la compañía disquera que lleva su apellido, el de Guns N’ Roses fue un debut que no acababa de despegar en las listas. La MTV no estaba muy de acuerdo en apoyar a una banda con una portada como la de aquel disco, y aunque en un momento dado se sustituyera por la famosa imagen de la cruz y las calaveras, la entonces todavía cadena musical siguió sin programar la música de Axl, Slash, Izzy, Duff y Steven.
Pero la MTV finalmente acabó por acceder tras la intercesión del citado Geffen, aunque solo a medias, ya que el clip de “Welcome to the Jungle” fue emitido un domingo a las 4:00AM. Probablemente los responsables del bodrio no esperarían una respuesta como la que obtuvieron, convirtiéndose el primer single de “Appetite for Destruction” en uno de los temas más solicitados, por lo que finalmente entró en rotación habitual; el posterior lanzamiento de otro clip, el de “Sweet Child o’ Mine”, hizo el resto y desde entonces la carrera de Guns N’ Roses fue tan meteórica como la del cohete al que hace alusión el tema que cierra el disco.
Mucho se ha hablado de este disco y de esta primera etapa “ídilica” de la banda, tanto a favor como en contra. Sin ir más lejos, en el año 2007 en Rock and Roll Army dedicamos varios artículos a conmemorar el vigésimo aniversario de la edición de este disco (los podéis revisar aquí, aquí, aquí y aquí). Y recordándolos, y a pesar de que entre medio hemos visto por fin publicado el dichoso “Chinese Democracy”, desastrosas actuaciones televisadas del apaño de Axl, encuentros y desencuentros amplificados siempre por la prensa, introducciones en malditos museos del rock y muchas, muchas declaraciones, anhelos y desmentidos sobre una reunión de la formación original de Guns N’ Roses, nos damos cuenta de que la situación realmente no ha cambiado. Parafraseando creo que una famosa portada de Rolling Stone, el mundo necesita a Guns N’ Roses. Y ahora más desesperadamente que nunca. Aparte de los pingües beneficios que se embolsarían los involucrados, una reunión de la formación clásica sería lo más grande que podría pasarle al rock and roll mainstream, aparte de que Robert Plant se decidiese por fin a girar junto a John Paul Jones y Jimmy Page.
Aquí sin embargo nos encontramos con dos escollos, y el peor de ellos no creo que sea Axl Rose: me parece bastante más improbable que Izzy Stradlin se comprometa con lo que una gira de estas características significa. Probablemente ni yo ni vosotros lleguemos a verlo nunca, pero al menos seguimos teniendo la oportunidad de volver a pinchar “Appetite for Destruction” una vez más. Por los buenos tiempos.