Director: Jennifer Kent.
Guión: Jennifer Kent.
Fotografía: Radek Ladczuk.
Música: Jed Kurzel.
Duración: 93 minutos.
País: Australia.
Intérpretes: Essie Davis, Daniel Henshall, Noah Wiseman, Tim Purcell, Hayley McElhinney, Benjamin Winspear.
Sinopsis: Amelia es una madre viuda que ha criado sola a su hijo Samuel, un niño retraído obsesionado con los trucos de magia, los cuentos y las armas que él mismo fabrica para combatir monstruos imaginarios. El padre de Samuel falleció mientras llevaba a Amelia al hospital para dar a luz, y su recuerdo atormenta a la madre. Un día Samuel consigue un cuento llamado Mister Babadook que cuenta la historia de un monstruo del que nadie se puede desprender una vez que conocen su existencia, y Samuel se convence de que el monstruo empieza a acechar a él y a su madre en la solitaria casa en la que viven…
“The Babadook” es la espectacular puesta de largo de la neozelandesa Jennifer Kent, actriz que ya había hecho sus pinitos en la dirección con el corto “Monster” (2005), antecedente directo de “The Babadook”, y en alguna serie televisiva en su país. Y lo hace a lo grande, con una película que llamó la atención en el Festival de Sundance y que se llevó el Premio Especial del Jurado en la pasada edición del Festival de Sitges.
Y no es para menos, pese a lo sobadísimo del argumento (madre e hijo con serios problemas emocionales, viviendo en un caserón solitario enfrentándose a un monstruo que bien puede ser fruto de su imaginación y/o de sus desarreglos mentales) la neozelandesa consigue dar un recital de buen cine de terror a la vieja usanza, sin necesidad de recurrir al maldito CGI y sí apoyándose en mucha sabiduría cinéfaga, pero sobre todo en la tremendísima interpretación de sus dos actores principales, la también australiana Essie Davis (premio a la mejor actriz principal en Sitges, ex aequo con Julianne Moore por “Map to the Stars”) y el niño Noah Wiseman, que parece estar realmente perturbado. Ambos dos sostienen casi exclusivamente la película con una solvencia aterradora, casi agobiante. Como digo, pese a la cantidad de veces que hemos visto un argumento similar (mismamente Guillermo del Toro lo intentó produciendo el año pasado la muy fallida “Mamá”, que contaba con un argumento muy similar, el de niños acosados en una casa solitaria por un monstruo nocturno), aquí Jennifer Kent sale bien parada gracias a lograr unas atmósferas realmente agobiantes, y gracias a una mano de hierro en la dirección, de esas que parece mentira que sea su primer largometraje, igualmente inspirada aunque suene raro en el maestro Mario Bava (al final llega a ser tan evidente que homenajea al maestro italiano mostrando un fragmento de “La Gota de Agua” de “Las Tres Caras del Miedo” en una televisión que están viendo los protagonistas) como en otro maestro, Sam Raimi, en base a realizar unos travellings imposibles y enloquecidos para mostrar los movimientos del monstruo…
Otro tema perfectamente resuelto en la película, y voy a intentar no hacer spoilers, también lo hemos visto cien mil veces en el cine, el tema de si de verdad están ocurriendo los acontecimientos en la vida real o sólo-en-las-cabezas-de-los-protagonistas, una subtrama que las diecisiete primeras veces tenía su gracia (supuestamente) y que a este escribiente le resulta particularmente molesto en cualquier película, aquí está tan ligeramente sugerido y encaja todo tan bien que casi resulta hasta novedoso (¿?).
En definitiva, película muy recomendable y sin duda lo mejorcito del género en lo que llevamos de año. Seguro.