Menudo cartel el que se presentó en una fecha sin duda especial, ya que supuestamente se celebraba el vigésimo aniversario de la edición de “Punk in drublic”, el disco más popular de NOFX. No hubo decepciones a juzgar por la reacción del público durante y después del concierto (en las redes sociales), aunque un servidor sí dio por hecho que iban a tocar dicho clásico en su integridad. Así las cosas, hubo que conformarse –es un decir– con un repertorio muy similar al que pudimos presenciar en Estocolmo tres meses antes.
Por ello, me reiteraré en algunas de las cosas que apunté en su momento, pues al fin y al cabo la crónica de aquella ocasión fue para una publicación sueca. “72 hookers” no es un tema muy políticamente correcto, y si se quiere criticar la religión temas como “You’re Wrong”, o incluso “Blasphemy (the Victimless Crime)” parecen mucho más justos. La parte política del grupo ha quedado algo desfasada, dado que letras como “Ronnie & Mags”, ”Reagan sucks” o tal vez ”Murder the government” se antojan más bien anacrónicas. Sus bromitas entre canción y canción no siempre son para todos los gustos, y es que algún comentario (sobre las protuberancias de un par de espectadoras, por ejemplo) fue cuando menos grosero. Lo mejor, “Champs Elysées”, que el público galo cantó a rabiar, con el promotor del evento sobre el escenario, y algunos temas postreros como “Dinosaurs will die” (contra la industria discográfica) y “Bottles to the ground”, cuyo estribillo con esos ‘whoas’ en plan Kid Dynamite siempre me ha fascinado.
Antes tuvimos, como no podía ser de otra manera, a Lagwagon, precisamente el combo que abrió para NOFX cuando presentaron “Punk in drublic” en vivo hace casi veinte años (yo estuve allí, se adjunta prueba). De buen humor y con el 60% de R.K.L. en sus filas, Lagwagon apostaron por el revival más que los cabezas de cartel, y eso que su último EP, de 2008, está muy bien. Mientras esperamos la edición de su próximo trabajo completo, que será el primero en nueve años, nos deleitaron con “grandes éxitos” de la talla de “Violins”, “Give it back” y, sobre todo, “Stokin’ the neighbors”. Pasaron de puntillas por todo lo que no fueran sus discos de mediados de los 90, y lo que sí tocaron de trabajos posteriores fueron cortes conocidos. En resumidas cuentas, una selección acertada aunque un tanto cobarde. Antes tuvimos a Implants, el supergrupo con miembros de Strung Out, Pulley, Ten Foot Pole… y no olvidemos al vocalista de The Tank, cuyo álbum “There is no “I” in band” es una joya del pop punk de finales de los 90. En su momento los consideré un cruce entre Strung Out y Dragonforce; descabellada la comparación o no, lo cierto es que su propuesta es densa y célere donde las haya. El sonido no fue el más idóneo, pero al menos armonizaron bien las voces y ofrecieron solos sin rubor en canciones, eso sí, a veces algo ralentizadas. La última, “El Ron”, fue especialmente coreada.