Electric Eel Shock + Los Lügers – Zaragoza (La Ley Seca 5-6-14)

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La lucha entre lo trendy y el rock and roll se escenificaba la noche del jueves en Zaragoza, ciudad donde coincidían dos propuestas bastante diferentes y probablemente con muy distinta repercusión mediática. Hay que asumirlo, los panfletos de tendencias dictan y los autoconsiderados personajes cool acatan; en este contexto de gente “de buen rollo” y de modas que optan por el reciclaje de lo ya inventado y que no paran de sucederse cada pocos meses, el rock and roll parece que hace tiempo que ha dejado de ser algo que “mole”. Había que tomar partido pues y servidor lo tenía bien claro: mejor una sobredosis de electricidad y decibelios que la anemia musical de la penúltima banda del momento. Llámenme antiguo, demodé o caduco, pero conociendo la propuesta de los japoneses Electric Eel Shock, no creo que ningún grupo de pretendida oscuridad con pinta de ser los llorones de su colegio pudiera mejorarlo. Y aun sin conocerla les habría otorgado el beneficio de la duda a los nipones sin pensarlo. Al final una entrada aceptable demostró que el rock tal vez esté herido de muerte, pero se resiste con uñas y dientes.

Abrían los locales Los Lügers, que durante unos 40 minutos se dedicaron a interpretar en un set monolítico y sin apenas pausas gran parte de “Lucifer”, su lanzamiento más reciente, coronándolo con los temas más sobresalientes de su discografía pasada como son “Tipos duros” y “Tarde de perros”. Tal vez les sobren ciertos accesorios escénicos, pero el trío desde luego suena contundente.

En cualquier caso los protagonistas eran Electric Eel Shock. Es el propio trío el que monta su equipo antes de salir a escena a ritmo de “Iron Man”, y antes casi de que nos demos cuenta su batería Tomoharu “Gian” Ito ya casi se ha desnudado -excepto por el calcetín kilométrico que cubre sus partes pudendas-. Derrochando simpatía y locura a partes iguales, Aki, Kazuto y Gian con sus cuatro baquetas dieron buena cuenta de lo contenido en su reciente recopilatorio de lo mejor de su carrera, e incluso alguna de sus versiones favoritas como “Paranoid” de nuevamente Black Sabbath o el “Hot for the Teacher” de Van Halen.

Al final, apenas una hora de concierto que se compensó con la intensidad y el espectáculo ofrecidos por estos tres menudos y locos japoneses; la única queja posible es que se quedara fuera del repertorio algún que otro tema (servidor acabó con dolor de garganta pidiendo en vano “Out of Control”). Cruzaremos los dedos para que se dejen ver más a menudo por estas latitudes.

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