En su segunda obra, este “Mixing the Pain” que nos ocupa, los norteamericanos Starroy han alcanzado un punto la mar de interesante. Los de Jonesboro han dejado un poco atrás -aunque sin abandonarlo del todo- ese sonido más cercano a las jam bands que predominaba en su debut “Ocho for Willow”, para abrazar más decididamente un rock más directo. De hecho solo una de las ocho canciones incluidas sobrepasa ligeramente los cinco minutos de duración.
Tal vez tenga algo que ver en ello el cambio de formación: Jacob Brumley ha ocupado el puesto de batería, mientras que el anterior Heath Finch pasa a ser percusionista de apoyo; también se han unido Cameron Roberts como guitarrista y Red Dorton como bajista, ambos anteriormente miembros de Zach Williams & The Reformation.
Nuevamente autoproducido, con este “Mixing the Pain” estamos pues ante una obra que se intuye más inspirada en el rock clásico de los 70 que su predecesor, con temas pasados por el tamiz sureño y más “pesados” que los de su primer trabajo. Los dos primeros, “Get Down Insanity” y “Empty Cup”, poseen los riffs más hardrockeros de todo el álbum, mientras que “Mixta King” y “Spanish Kitty” son los medios tiempos que aportan porfundidad al conjunto y el tema título da un toque más “bailable”. A partir de ahí el disco recorre caminos familiares, con la bella acústica “Before the Sun” y el cierre con “Road Song”, el tema más largo y que mejor podría encajar en su debut junto con “Freak Jones”.
Estamos pues ante un disco breve -apenas 33 minutos- en el que el balance entre la faceta más directa de la banda y la más inclinada a los desarrollos instrumentales está perfectamente equilibrado. Un buen álbum que seguramente ganará también en dureza con el directo.
