Mars Red Sky son sin duda uno de los grupos europeos que mayor proyección parecen tener este momento, siempre hablando de la parte más desértica del rock. La noche del sábado volvían a Zaragoza a defender su último EP “Be my guide”, en una fecha que forma parte de una gira que les ha llevado a diversas ciudades españolas.
Los franceses en directo no varían el tono que ya nos ofrecen en sus canciones de estudio. Canciones densas, de riffs sobrecargados y oscuros, que se mueven como un lento mastodonte entre las ruinas del hard rock. Su sonido sobre las tablas es un sonido compacto y granítico que se desarrolla con un sabio uso de las pedaleras, usadas en su justa medida, para crear atmósferas que pasan de lo terrenal a lo cósmico con naturalidad.
La frágil voz de Julien Pras, lánguida y espectral y en principio poco propicia para unos sonidos de este calibre, es sin embargo lo que le da una característica notoria al conjunto. Aunque parece que en cualquier momento puede ser absorbida por el maremágnum sonoro, sobresale airosa para dotar a Mars Red Sky de personalidad, distinguiéndola así de otras bandas similares contemporáneas.
Antes de que los franceses subieran al escenario, los zaragozanos The Dust Bowl ejercieron de anfitriones y descargaron sobre el escenario su rock sudoroso y adrenalítico. Recuperando la esencia del rock más rocoso, The Dust Bowl suenan compenetrados y seguros de sí mismos, en parte gracias a un frontman que suple con energía desbordante y cierto carisma otras carencias que pueda tener.
