DeWolff es un trío formado en 2007 en el sur de Holanda por los hermanos Pablo y Luka Van de Piel y Robin Piso. Como bien indica su nombre, “IV” es su cuarto álbum de estudio, en el que afianzan un sonido deudor de la psicodelia británica como referencia más evidente, mezclado con riffs de guitarra pantanosos más propios del blues.
La primera parte del álbum se compone de temas en general afilados y contundentes, como el excelente “Voodo madmoiselle” que lo abre, y que nos puede remitir a sonidos purpúreos, o un “Devil’s due” totalmente deudor de los riffs de Mr. Page.
Dejando para la segunda parte del disco toda una opiácea suite de 20 minutos llamada “A mind slip”, nos hallamos ante todo un tratado de las virtudes psicodélicas de la banda.
Moviéndose con facilidad pasmosa por los géneros que evidentemente adoran, DeWolff se acerca con el máximo respeto a ellos a la hora de reproducirlos. Quizás la única pega que se les podría poner, siendo muy estrictos y por decir algo, es el excesivo “purismo” del que hacen gala, planeando sobre nuestras cabezas, durante la escucha, la sensación de que estamos ante un mero ejercicio de estilo sin apenas aportación personal. Sin embargo, esa sensación desaparece asfixiada por el mero hecho de encontrar a una banda joven con semejante proyección.
Y es que aunque este disco tiene ya más de un año, es ahora cuando DeWolff están comenzando a tener una verdadera repercusión, gracias a la calidad intrínseca de la grabación y las giras que están realizando, habiendo acompañado recientemente a Ten Years After por Alemania, Suiza y Austria. Con unos incendiarios directos como arma, y con discos como este “IV” debajo del brazo, DeWolff se proponen seguir esparciendo su palabra.
No dudamos de que lo conseguirán.