El género erótico vivió su época dorada a mediados-finales de los 70 gracias a películas como la archiconocida “Emmanuelle”, filme que sin duda marcó un antes y un después en el erotismo de pantalla grande. No vamos a insistir más en ello, pero pocas películas más de toda esta explotación son recordadas por su título, aunque los argumentos de muchas otras sí que deberían ser recordados, siquiera por su cándida inverosimilitud. Hay sin embargo algunas joyas especiales dentro de toda la basura que se rodó por aquel entonces, como es la película que hoy nos ocupa, que destacaban entre la morralla y el softcore de baratillo.
“La Bête” (“La bestia”) debió de ser en su momento una película incómoda. Dirigida por el polaco afincado en Francia Walerian Borowczyk (autor también de “Cuentos inmorales”), toma como excusa el cuento de la bella y la bestia para introducirnos en una especie de zoofilia light, footjobs y sexo interracial que visto por vez primera no tiene ningún sentido. Recuerdo haberla visto de adolescente y no entender nada. De todas maneras qué más daba, se trataba de ver alguna teta.
La película sin embargo se quedó grabada en mi subconsciente, y gracias a que hoy en día se puede acceder a casi todo, pude recuperarla para descubrir que efectivamente, con el paso de los años esta película sigue teniendo algo especial. Sorprende (al menos a mí) que algo así pudiese salir adelante, pero ya fuese un accidente filmográfico beneficiado por la época, estamos ante una anomalía que bien merece un visionado.