Últimamente uno tiene la sensación de que casi todas sus reseñas debería ir más o menos con la misma entradilla. Por resumir: gran concierto pero poca asistencia de público. No sé exactamente cuál es el problema y eso ahora no toca, pero la cantidad de grupos interesantes que mucha gente se está perdiendo es una verdadera lástima. A falta de una teoría más sólida le echaremos la culpa a la crisis, aunque el miedo que uno tiene es que la gente que se dedica a programar se canse de un momento a otro.
No nos vamos a engañar, lo que hacen los suecos The Scams no es nada nuevo, pero son una potente y engrasada máquina en el directo que bien merece al menos acercarse a ver qué es lo que ofrecen. La banda posee una buena colección de himnos de vocación cervecera que en vivo ganan muchos enteros y además le ponen ganas. ¿Qué más se necesita para pasar una buena noche?
Por alguna parte leí que eran una mezcla entre AC/DC y Status Quo, pero yo pienso que si bien la influencia de los australianos sí es patente, también les encuentro ciertas similitudes sonoras con los alemanes Accept (raro que es uno, oiga). La banda se encuentra presentando su último álbum, “Bombs Away”, y así aparecieron en el escenario entre ruidos de sirenas aéreas para descargar del tirón cuatro de los temas del disco: el que le da título, “Heavy Load”, “Get Up and Move Along” y “Thrill Is On”. Con semejante despliegue inicial y a pesar de que tal vez el sonido de la batería estuviese demasiado alto, estaba claro que los suecos no tenían intención de hacer prisioneros en la hora escasa (eso sí) que duró su descarga. Aunque en ese lapso como decimos les dió tiempo a repasar gran parte de su último y más completo trabajo y algunos de los temas más sobresalientes de sus dos anteriores discos, “One Night Of Mayhem” y “Rock And Roll Krematorium”. Tal vez no fuéramos demasiados los presentes, pero por los comentarios post concierto no parece que nadie saliese defraudado.