Una de las bandas con más peso en el panorama actual nos presenta su nueva referencia, un e.p. con el prometedor nombre de “Locomotora”, y desde luego los de Ricardo de Abiega no decepcionan con su nueva propuesta.
El comienzo no puede ser más demoledor con ese cañonazo que es “Rock And Roll Rollercoaster”, un explosivo himno Hard Rock, que suena a clásico desde ya, cruce bastardo entre los Buckcherry más clásicos, el Dave Grohl más “true rock” y los Oasis de “Some might say”.
No dejamos el campo de los hits inmediatos con “Honey, I don’t mind”, un irresistible y ultra-pegadizo temazo de dance-rock, pero que mama mucho más de los NIN de “The hand that feeds” que de Franz Ferdinand. Es sexy, tiene groove, y tiene toneladas de rock n’ roll.
Con “Animal Song” las sorpresas no cesan, y tras el inicial riff monolítico, nos encontramos una canción que evoluciona y nos lleva a lugares muy diferentes, algunos rozando la sicodelia, pero lo importante es que aquí todo funciona, todo tiene coherencia e identidad propia. Love Division arriesgan de nuevo, y de nuevo vuelven a salir ganadores.
Lo variado del contenido de Locomotora se reafirma con una ultra-heavy versión de “Helter Skelter” de The Beatles, que Love Division consiguen hacer suya del todo e incluso, si esto es posible en un himno de este calibre, darle nuevos matices y texturas. Un clásico en los directos de la banda madrileña.
El final vuelve a llevarnos a un lugar diferente con “Southern States”, guitarras acústicas y un aire de “road-song” para esta preciosa canción, que se mueve entre el Tom Petty de “Wildflowers”, los Pearl Jam de “Off he goes” o el Neil Young de “Harvest”. Ahí es nada.
Mención especial a la producción de la propia banda y Fernando Pardo (Corizonas, Sex Museum, Los Coronas…) ya que el disco suena potente, pulido, y grande. Para mirar de tú a tú a lo que están haciendo otras bandas de calidad fuera de nuestras fronteras.
En resumen, Love Division demuestran de nuevo con “Locomotora” por qué hace tiempo que están en el grupo de cabeza del rock nacional, una banda con cosas que decir, con un gusto exquisito, y con lo que es quizás menos habitual en el panorama nacional: un puñado de canciones que valen su peso en oro. ¿Hacía cuanto que no nos asombraba una banda nacional? Háganse un favor y descubran a Love Division.
