Los californianos Lords of Altamont volvían a Zaragoza, tres años después de su anterior actuación, para subir la temperatura de una noche ya de por sí calurosa en la que la cerveza más que un pasatiempo era toda una necesidad. Y no decimos lo de la temperatura únicamente por el Garage-Rock’n’Roll-Punk de alto octanaje que practican los de Los Angeles, auténticas bestias del directo, sino porque además ahora se acompañan de una go-go que mueve el esqueleto divinamente para deleite del sector masculino del público. Público por otra parte que podía haber sido más numeroso, pero tal y como están las cosas y con la saturación de bolos que últimamente parece atravesar la ciudad tampoco es de extrañar que el número de asistentes fuera un poco pobre y más teniendo en cuenta que era jueves. La banda descargó un potente set que se antojó breve (unos 50 minutos), pero se redimió cuando salieron al escenario dos veces más, llegando finalmente a la hora y cuarto de concierto aproximadamente con homenajes a MC5 o Stooges que llevaron el delirio a un público que, por otra parte, estaba ya rendido desde el principio. Lords of Altamont son sin duda uno de los mejores grupos de Garage revival (o como quiera llamarse) de la actualidad y el directo es su medio natural como bien demostraron en el Arena Rock zaragozano. Grandes.
