No creo que sea un secreto que de unos años a esta parte Steven Tyler me parece el cáncer de Aerosmith. Estoy seguro de que suyas fueron las “brillantes” ideas que desembocaron en el fallido enfoque de “Just Push Play” o el hacer jams con Britney Spears. Sin olvidar el penoso culebrón de hace dos veranos. O quizás simplemente personalice en su figura más visible los desastres que la banda viene protagonizando desde hace una década por lo menos.
Sin embargo ha trascendido una historia por la que me quito el sombrero, porque Tyler ha tenido un gesto que no cualquier estrella de su nivel tendría. Y es que recientemente realizó una videoconferencia con uno de los mayores fans de Aerosmith llamado Lawrence Ori. Ori, postrado en una cama por una enfermedad degenerativa sin poder moverse ni siquiera hablar, recibió la llamada de Tyler en un hospital de Chicago. Se trataba de un encuentro cibernético organizado por una organización llamada Passages Hospice Dream Foundation, encargada de cumplir algunos deseos de enfermos terminales. Lawrence Ori murió ese mismo día, pero según cuentan sus familiares que se encontraban acompañándole durante sus últimos momentos de vida, lo hizo con una sonrisa en la boca. De fondo sonaba “Dream On”. Descanse en paz.