Mar Orfila es un caso único en el panorama español. Más que cantante es una artista multimedia que se mueve con facilidad tanto por el ámbito musical como por el cine o la danza. La caracteriza un gran talento y la falta de miedo a nuevos caminos y cambios bruscos. Tal es su coraje artístico que en la multinacional que editó su primer disco “Vamos a hacer pupita” no pudieron con ella.
Los últimos dos trabajos fueron lanzados por pequeños sellos independientes. Hoy en día Mürfila opta por la autogestión, pero es asistida por una red de profesionales que también estuvo detrás del concierto de lanzamiento de su nuevo disco, “I Love Ü”. Ante medio aforo en la Sala Razzmatazz II, Mürfila presentó el pasado viernes su última encarnación. Lejos ya de la chica rockera de su debut y la mona rubita de “Miss Líos” (2007), Mar Orfila en su nueva etapa desde lejos podría pasar por una mezcla entre la omnipresente Lady Gaga y Belén Esteban, en la que en gran parte está basada la protagonista de su webserie “I Love Ü” que sirvió como preestreno de algunas canciones del nuevo álbum.
El nuevo directo de la catalana es todo un espectáculo. En algunas canciones va acompañada por dos bailarinas, y en el famoso tema “Caperucita” cuenta con un invitado de lujo ejerciendo de lobo: Oscar Moon del grupo Möno. La banda de Mürfila se compone de miembros de Los Impostores y Ultraplayback. Dos guitarras, bajo, batería, teclado y pregrabados se encargan de la reproducción del sonido de estudio en directo. El alto volumen sin embargo en algunas ocasiones hizo que en la actuación del viernes se perdieran los matices de las canciones. Sobre todo en la esperada “Me pones” Mar tuvo que luchar a gritos contra una bola de ruido.
Pero fue precisamente en los momentos más tranquilos que la cantante perdió a su público. Un set acústico demasiado largo distrajo a la parroquia y culminó con la inesperada y precipitada salida de la irritable artista. Una recta final plagada de hits y el baño en las masas durante un medley de “I’m Just a Girl” y “I love Rock and Roll” volvió a unir a Mürfila con sus fans. Un concierto con altibajos, sin duda, pero también una propuesta arriesgada y única en la escena nacional en la que pocos artistas que se mueven por el circuito de las salas pequeñas y medianas cuidan la puesta en escena. Mar Orfila hace las cosas a su manera, y sólo por eso ya merece nuestro respecto.